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Miami.— Descendiente de mexicanos, tercera generación nacida en Estados Unidos y criado en California, Antonio Villar, conocido como Antonio Villaraigosa al fusionar su apellido con el de su ex- esposa (Raigosa), creció en la ciudad de Boyle Heights, al este de Los Ángeles, ciudad de la que fue alcalde durante ocho años y que concentra al mayor número de migrantes hispanos.
Ningún estadounidense de origen mexicano había llegado a la alcaldía de Los Ángeles. A Villaraigosa, abogado y expresidente de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), le preocupa el racismo que existe en Estados Unidos y el odio que, advierte, el presidente Donald Trump fomenta.
En entrevista con EL UNIVERSAL, recuerda que cuando él era niño en su casa no hablaban español. “Mi mamá decidió hablar inglés. Y es que se vivía todavía mucho racismo —en las décadas de 1950 y 1960— contra quienes no sabían hablar bien inglés o hablaban español”. Pero asegura que desde 1848 “no había tanto odio contra los mexicanos” como el que existe en la actual administración estadounidense. Y el llamado de Trump a grupos supremacistas a estar “alertas” ante las elecciones del 3 de noviembre es, a decir de Villaraigosa, un verdadero peligro.
¿Sientes que desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el racismo, la supremacía blanca, han salido con más fuerza a la superficie social?
—No sólo ha sido el resurgimiento del racismo terrible, pero podría ser hasta peor. En los tiempos modernos nunca hemos visto un presidente de Estados Unidos hablando de mexicanos migrantes de la manera [en] que [lo ha hecho] Donald Trump.
Para darnos una idea más clara, cuando terminó la guerra entre México y Estados Unidos —en 1848— los mexicanos que quedaron de este lado eran muy mal vistos y los insultaban mucho; bueno, desde entonces no había tanto odio contra los mexicanos hasta que llegó Trump a ser presidente. Como mexicano y como demócrata, estoy trabajando codo a codo con mis compañeros de partido para que no repita [Trump en la presidencia] y regresemos la dignidad a todos los que hacen bien a este país, sin importar su origen y su estatus. No queremos ver más familias separadas y menos a niños enjaulados, sufriendo.
En el primer debate, el tema de la supremacía blanca fue el clímax. Donald Trump no se atrevió a fustigar la actitud de esos grupos. ¿Qué opinión te merece?
—El hecho de haberse negado a rechazar a los Proud Boys (Chicos con Orgullo) habla de su verdadera personalidad. Y además les dijo: “Stand by” (estén atentos, prepárense). Nunca en el siglo XX o XXI hemos escuchado a un presidente hablando así y urgiendo a los nacionalistas blancos a seguir con su actitud racista y peligrosa, y que ha estado apoyando desde que inició su presidencia.
¿Qué te pareció que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, haya visitado a Trump en Washington?
—Hay muchos latinos y muchos demócratas que no entienden esa visita. Pero habría que irnos más atrás. Así como tampoco se entendió la invitación que Enrique Peña Nieto le hizo a Trump hace cuatro años, de la misma manera hoy no se entiende a qué vino el Presidente de México.
¿Cuál de los dos candidatos, Trump o Biden, crees que es mejor para México?
—¡Sin duda Biden! ¡Sin duda! Los mexicanos que viven en Estados Unidos son iguales a los mexicanos que viven allá [en México]. Muchos se retiran y se regresan a vivir a sus lugares de origen. Tenemos lazos familiares, idioma, cultura. Mira el número de las remesas, más de 38 mil millones de dólares este año.
La de Trump es una política de humillación hacia los mexicanos y la soberanía de México, forzando a México a usar sus tropas en la frontera [que ambos países comparten] y en el sur [con Guatemala] también. Hablando de los mexicanos como criminales y violadores de mujeres.
Nunca se ha escuchado a un presidente demócrata, [Bill] Clinton, [Barack] Obama o el candidato [Joe] Biden, y ninguno otro, expresándose así [de los mexicanos]. Reconozco que quizá el Partido Demócrata debería hacer más por fortalecer los lazos de amistad con México, pero en términos de la política, los demócratas estamos a favor de los migrantes, de una reforma migratoria.
Entendemos que debemos cooperar más con México, hacer más inversiones y cooperar más como amigos para que nosotros [en Estados Unidos] detengamos el tráfico de armas hacia México. Los demócratas entendemos de una manera muy diferente la relación y cooperación con México a como lo hace Donald Trump. Biden es mejor para México y para los mexicanos de allá y de acá.
¿Crees que si Joe Biden llega a la presidencia proponga y empuje una reforma migratoria en el Congreso estadounidense?
—Si ganamos la presidencia, la Cámara de Representantes y el Senado no hay duda que va a proponer una reforma migratoria y que la vamos a pasar. Pero tenemos que ganar todo, para asegurarnos que va a pasar [la reforma migratoria] sin problema.
Yo critiqué a los demócratas cuando no lo hicimos en 2008. Casi nunca critico a mi partido, pero no estuve de acuerdo en que el presidente Obama autorizara tantas deportaciones; entiendo que era para tratar de convencer a los republicanos, pero después que no llevara a cabo la promoción para discutir y pasar una reforma migratoria; debió detener tanta deportación.
¿Por qué Trump y Biden aseguran que Florida es determinante en las elecciones y a California lo mencionan menos en ese sentido?
—California es más decisivo porque entrega un mayor número de votos del Colegio Electoral. Pero en momentos donde se viven tantas divisiones provocadas por Trump, Florida es un reflejo de esa realidad y el hecho de estar en un empate no se sabe de qué color [del partido político] va a quedar. Sabemos que Nueva York y California vota azul [demócrata], pero no estamos seguros qué va a pasar en Florida, esa es la razón.
¿Qué te parece que Donald Trump estuvo hospitalizado por el coronavirus?
—¡Irónico! Él estuvo tentando al coronavirus todo este tiempo. Lo estuvo tentando de frente. Mira todo lo que ha hecho, convocando a tantas personas sin protección, sin protocolos de seguridad, sin cubrebocas, dando la mano. Burlándose de Biden, de las personas que sí se cuidan. ¡Así que es muy irónico!