Ankara.— El presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció ayer que su país “boicoteará” a los productos electrónicos estadounidenses, un nuevo ataque contra Estados Unidos, en un contexto de fuerte tensión entre ambos países que provocó el hundimiento de la lira turca.
“Vamos a aplicar un boicot contra los productos electrónicos estadounidenses”, dijo Erdogan durante un discurso en Ankara. “Si [Estados Unidos] tiene iPhones, del otro lado hay Samsung”, añadió.
Los productos de Apple son muy utilizados en Turquía, incluso por Erdogan, quien durante el intento de golpe de Estado de julio de 2016 llamó a sus partidarios a salir a la calle a través de FaceTime, una aplicación desarrollada por Apple.
La Casa Blanca no respondió directamente a las amenazas del presidente turco ni a posibles represalias.
“El presidente siente mucha frustración por el hecho de que el pastor no sea liberado”, declaró Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca.
La crisis diplomática entre Ankara y Washington, aliados en el seno de la OTAN, provocó en estos últimos días el hundimiento de la lira turca, que ha perdido 40% de su valor frente al dólar desde comienzos de año.
El Banco Central, con la intención de calmar a los mercados después de que la moneda turca se hundiera 16% el viernes, anunció el lunes que proporcionaría toda la liquidez necesaria a los bancos y tomaría “las medidas necesarias” para asegurar la estabilidad de la economía.
La divisa turca se recuperaba levemente ayer, al día siguiente de que el Banco Central anunciara una serie de medidas y en un momento en el que muchos turcos, al llamado de Erdogan, se apresuran a dirigirse a las oficinas de cambio para convertir sus divisas extranjeras.
Después de traspasar por primera vez la madrugada del lunes la barrera de las siete liras por dólar, la divisa turca cotizaba a 6.65 por dólar, recuperando así cerca de 4.7% de su valor en el día.
Sin embargo, el ministro de Finanzas turco, Berat Albayrak, que es además el yerno de Erdogan, deberá entrevistarse a través de teleconferencia con varios cientos de inversores extranjeros el jueves, según la cadena de noticias NTV.
Además de los problemas diplomáticos con Estados Unidos, los economistas ven con preocupación el control sobre la economía que ejerce Erdogan, quien encabeza un gobierno presidencialista basado en su persona desde su reelección, el pasado junio.
Por su parte, Serdar Kiliç, embajador de Turquía en Washington, se reunió el lunes con el asesor nacional de seguridad estadounidense, John Bolton, lo que demuestra que a pesar de la escalada de declaraciones los aliados siguen buscando una solución a esta crisis.
La tensión entre Washington y Ankara surgió tras la detención durante un año y medio del pastor estadounidense Andrew Brunson, puesto a finales de julio en arresto domiciliario por las autoridades turcas, que lo acusan de “terrorismo” y “espionaje”.
Al respecto, un funcionario de la Casa Blanca declaró a la agencia Reuters que EU podría tomar nuevas medidas si Turquía se niega a liberar a Brunson. El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato, dijo que no se ha logrado ningún progreso en el caso.
“El gobierno se mantendrá firme en esto. El presidente está 100% comprometido a traer al pastor Brunson a casa y si no vemos acciones en los próximos días o en una semana, podrían tomarse más medidas. La presión se mantendrá si no vemos resultados”, aseguró.