El equipo de transición del ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump, se ha comunicado con los gobiernos de México y El Salvador a través de canales alternativos para que acepten a algunos de los millones de inmigrantes indocumentados que serán expulsados bajo su plan de deportación masiva, informó el medio especializado Bloomberg, con base en fuentes familiarizadas con el asunto.
Además de las discusiones que ha tenido Trump sobre temas migratorios con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y también con el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, de acuerdo con Bloomberg su equipo, e incluso asesores informales, han tenido discusiones más detalladas, en algunos casos a través de empresarios como intermediarios, sobre el regreso de los migrantes. No se detallan los nombres de quiénes estarían dialogando con los gobiernos mexicano o salvadoreño, o con quiénes.
Ya en su primera administración, Trump logró que México recibiera a migrantes expulsados de Estados Unidos. En su momento, el gobierno mexicano dijo que lo hacía por “razones humanitarias”.
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En una conferencia de prensa reciente, Sheinbaum anunció que, frente a las amenazas de Trump de iniciar la mayor expulsión de migrantes en la historia de Estados Unidos, México no recibirá a migrantes deportados que no sean de origen mexicano.
Trump dijo este lunes, en conferencia de prensa en Mar-a-Lago, que sus planes de deportación masiva se mantienen, advirtió a México y Canadá sobre el costo “injusto” de la migración para Estados Unidos.
Subrayó especialmente que los gobiernos de Sheinbaum y Justin Trudeau, en Canadá, están advertidos del daño económico que causan los migrantes a Estados Unidos y los llamó a detener esa situación.
“Perdemos mucho dinero con México. Perdemos mucho dinero con Canadá, una cantidad enorme. Estamos subsidiando a Canadá. Estamos subsidiando a México”, manifestó Trump.
Además, lanzó una amenaza a Venezuela con una “muy dura política económica” si no aceptan el regreso de pandilleros. “Ahora los van a aceptar. Los van a aceptar todos, sí. Y si no lo hacen, se les va a aplicar una política económica muy dura (...). Venezuela y otros países no se portaron muy bien con nosotros durante mi administración”, recordó.
*Con información de EFE
mgm