PARÍS (AP) — Las autoridades francesas enviaron fuerzas especiales a la isla caribeña de Guadalupe, un territorio de Francia , donde las protestas contra las restricciones asociadas al COVID-19 han derivado en disturbios.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, denunció la violencia “inaceptable” en una entrevista con el diario Le Parisien publicada el domingo. Estaba previsto que 50 agentes de las fuerzas especiales llegaran a Guadalupe, indicó, además de otros 200 policias enviados a la isla desde el territorio continental galo.
Durante los últimos días se ha producido protestas y cortes de carreteras.
Darmanin dijo tras una reunión de emergencia el sábado en París que “se han hecho algunos disparos contra agentes de policía” en Guadalupe, y se habían producido saqueos. Videos compartidos en medios sociales mostraban que se había prendido fuego a equipamiento en las calles, autos y algunos edificios.
Varios edificios quedaron destruidos en el centro de la ciudad de Ponte-a-Pitre , la más grande de la isla.
Los cortes de carreteras pusieron a los hospitales en “una situación muy difícil durante unas horas” en las que pacientes y suministros no llegaban a los hospitales, dijo Darmanin. En concreto, hubo comidas que no pudieron servirse a los pacientes.
“El estado se mantendrá firme”, dijo. Al menos 31 personas han sido detenidas, añadió.
El prefecto de Guadalupe, Alexandre Rochatte, ha impuesto un toque de queda nocturno de 18:00 a 5:00 de la mañana desde el viernes.
Algunas instalaciones eléctricas cercanas a represas han sufrido daños, lo que provocó cortes de luz a algunos clientes, dijo Rochatte el sábado en un comunicado. El prefecto advirtió del riesgo de electrocución para las personas que estuvieran cerca de las represas e instó a la gente a no tocar nunca los cables eléctricos.
Los sindicatos han convocado protestas en contra del pase de salud COVID-19, que se exige para acceder a restaurantes y cafeterías, espacios culturales, recintos deportivos y viajes de larga distancia. Los manifestantes también protestaban contra las vacunaciones obligatorias para trabajadores de salud.
El pase de salud certifica que la gente ha completado su vacunación, ha dado negativo en una prueba reciente o se ha recuperado hace poco del COVID-19.
Darmanin dijo que en torno al 80% de los trabajadores de salud de la isla están vacunados .
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