Teocaltiche.— Los municipios donde convergen los estados de Jalisco y Zacatecas han sido abandonados por los gobiernos de esas entidades, denuncian los pobladores que, aseguran, están a dos fuegos: acechados por el crimen organizado y por policías estatales.
EL UNIVERSAL recorrió una parte de esa franja, en la que en algunas de las localidades la población se tuvo que armar para combatir a la delincuencia a falta de autoridades. Esa zona ha sido desde hace ocho años blanco de ataques, secuestros, desapariciones y enfrentamientos del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Un día en Teocaltiche
Es apenas la 1 de la tarde y cambia abruptamente el ritmo de vida en la cabecera municipal de Teocaltiche, se ve llegar un convoy de la Policía Estatal de Jalisco.
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Los rostros de los habitantes se transforman. Muestran terror, coraje y otros, impotencia e incertidumbre, ante la presencia de los negros, como les llaman.
Saben que enseguida de ese convoy llega siempre uno más del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que no tardará en intentar irrumpir en sus localidades. En la cabecera municipal en minutos se vacían las taquerías, comercios y establecimientos de mayor concurrencia en ese lugar de la región Altos Norte.
Las plazas públicas y las calles se quedan casi solas. Todos se van a casa y dicen tener miedo de abusos policiales, desapariciones, secuestros u homicidios.
La alerta crece. Los habitantes recomiendan a los visitantes no salir del pueblo, ya que un convoy policial ingresa y otro de criminales rodea la cabecera municipal.
La policía arriba por las entradas al pueblo, mismas que tiene sitiadas la organización criminal, que se desplaza en camionetas blindadas y pick up.
Una persona que transita por las calles de Teocaltiche es abordada por este medio, se detiene y su respuesta es casi inmediata: “Pues temerosos. De inicio, por el mentado cártel de las cuatro letras, que es el que amedrenta. Me tocó vivirlo en amenazas y por mi familia”, expresa el habitante.
El jornalero señala que su familia tuvo que huir de la comunidad del Saucito y ahora está en Estados Unidos debido al asedio criminal y policial.
El padre de familia pide el anonimato por su seguridad. Dice que una vez fue detenido por los policías, quienes le advirtieron que trabajaban para el CJNG.
Al igual que otros habitantes, reitera que todo ha sido posible y más fácil para la delincuencia por la complicidad de policías estatales. El poblador sostiene que eso es todos los días y que el temor crece “porque vas y denuncias y tú sabes que no sé, en un mes o a los 15 días, van a estar afuera de tu casa”.
Vidas y economía en juego
Teocaltiche es un municipio que depende económicamente más de la industria textil de Villa Hidalgo, localidad ubicada a unos 15 kilómetros de la cabecera.
Villa Hidalgo también se ha vuelto blanco de la criminalidad y de abusos policiales. En ese lugar, está en riesgo la vida de los habitantes, así como los más de 26 mil empleos directos que generan los más de 2 mil 500 locatarios y los industriales textileros.
“Tememos por nuestra seguridad debido a la policía estatal que nos intimida constantemente; llegan y ponen retenes en un plan demasiado prepotente”, dice un ciudadano.
Denuncia que los comerciantes y ciudadanos son acechados por el CJNG y extorsionados también por los elementos policiales de la dependencia estatal.
En Teocaltiche y Villa Hidalgo son los mismos pobladores los que han frenado, levantados en armas, el avance del CJNG; no así, a los negros.
“Aquí nosotros respetamos a las autoridades; no somos criminales. Nos defendemos de los cárteles, aunque ese es el trabajo del gobierno estatal”, dice otro de los habitantes.
Ante lo que viven a diario, los pobladores de ese municipio pidieron al gobierno federal el envío de tropas militares, ya que es la institución en la que confían.
“Los militares son 100% con mucha más conciencia; la Policía Estatal no sé cuál sea su intención, pero se supone que ellos nos tendrían que brindar seguridad y en realidad es todo lo contrario”, recrimina.
Los informes de seguridad federales tienen identificado a Adrián Alonso Guerrero Covarrubias como el principal operador del CJNG en ese vértice de Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes.
Guerrero Covarrubias El 08, fue detenido por el Ejército Mexicano el 9 de abril de 2019, en Zapopan, Jalisco. Un año después fue puesto en libertad.
La versión oficial
Además de los testimonios recabados, EL UNIVERSAL tuvo acceso a quejas, denuncias y carpetas de investigación en las que se acusa a policías estatales de abusos, uso excesivo de la fuerza pública y violaciones a derechos humanos.
La Secretaría de Seguridad del Estado de Jalisco niega que sus oficiales estén coludidos con el crimen organizado y subraya que sólo tienen conocimiento de una queja en su contra.
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