El peligroso aire pútrido que generan los enormes incendios forestales del oeste de se mantendrá el resto de la semana, y tal vez después, según científicos y meteorólogos, y los cielos brumosos y mugrientos podrían permanecer más tiempo todavía.

Los residentes de los estados de Oregon, Washington y partes de California soportan un punzante smog de color amarillento-verdoso, el peor y más insalubre aire del planeta, según algunas mediciones.

Invade casas y negocios, penetra automóviles y forzó el cierre de sitios emblemáticos como la famosa librería Powell’s Books y el Zoológico de Portland, la ciudad más grande de Oregon.

“No creo que debamos salir de la casa. Pero, al mismo tiempo, hemos estado encerrados por meses. Ya ni sabemos lo que está bien y lo que está mal. Pero sí, no deberíamos estar afuera”, expresó Issa Ubidia-Luckett, residente de Portland mientras compraba un almuerzo el lunes.

El Departamento de Calidad Ambiental de Oregon extendió hasta el jueves un alerta sobre la calidad del aire que debía expirar el lunes. Pero el aire era tan denso que ese día Alaska Airlines anunció que suspendía sus vuelos a Portland y Spokane (Washington) hasta el martes por la tarde.

Zoe Flanagan, quien vive en Portland desde hace 12 años, casi no ha salido de su casa. El lunes, sin embargo, sacó a pasear a sus dos perros. El domingo, ella y su marido, en un gesto de desesperación, encendieron una estufa, que tiene un mejor filtro que el acondicionador de aire.

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“Lo siento en mi pecho. Sientes como si tuvieses una resaca pese a que no has bebido”, dijo Flanagan. “Todo el sábado me sentí así. Tomé mucha agua y tuve un dolor de cabeza”.

Dylan Darling, vocero del departamento estatal de calidad ambiental, dijo: “Tanto humo por tanto tiempo y tan esparcido... no es común”.

Algunas áreas del centro de California cubiertas por el humo probablemente no reciban alivio hasta octubre, de acuerdo con el meteorólogo Dan Borsum.

“Se va a necesitar un fenómeno climático fuerte para mover todo ese humo”, expresó Borsum el domingo. Agregó que el humo de decenas de incendios se está concentrando en el Central Valley, que ya de por sí tiene una calidad de aire muy mala incluso cuando no hay incendios.

Joe Smith, de Sacramento Loaves & Fishes, entidad que ayuda a los desamparados, dijo que la capital de California no ve un cielo azul desde hace semanas. Los indigentes han tenido que soportar la pandemia, un intenso calor y ahora un aire contaminado del que no pueden escapar.

“Algunas de las personas más fuertes que hay son gente que vive a la intemperie, que no tiene casa, pero están siendo afectados”, expresó. “Tenemos el Covid-19, una ola de calor y ahora el humo. ¿Qué más le puede caer encima a esta pobre gente?”.

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Twana James, quien vive en una carpa en Sacramento, tosió varias veces durante una breve entrevista telefónica el lunes.

“Hay muchas cenizas de los incendios. Todo está cubierto por cenizas”, manifestó. “Cuesta respirar”.

En Oregon, sitios como el Centro de Convenciones de Portland están siendo usados como refugios para personas que necesitan respirar aire limpio.

Darling dijo que, normalmente, cuando hay incendios en Oregon, la gente puede buscar alivio no muy lejos de donde viven.

“Lo notable en este caso es que no hay un solo sitio en Oregon en estos momentos donde haya aire fresco”, señaló.

Tyler Kranz, meteorólogo del Servicio Nacional Climatológico de Portland, dijo que para que se disperse el humo serán necesarios vientos del océano, con una fuerza específica para que empujen el aire sin alimentar los incendios.

“Hacen falta vientos para sacar el humo”, indicó Kranz. “Pero que no sean demasiado fuertes, porque pueden avivar las llamas y hacer que los incendios vuelvan a expandirse”.

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lsm/ed

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