Río de Janeiro.— Uno de cada tres habitantes de Río de Janeiro dice haber presenciado un tiroteo en el último año y nueve de cada 10 temen que eso les ocurra, según un sondeo divulgado ayer sobre la percepción de la violencia en ese estado brasileño, cuya seguridad está en manos del Ejército desde febrero pasado.
De acuerdo con la encuesta de la firma Datafolha, encomendada por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública, 30% de las mil 12 personas entrevistadas entre el 20 y el 22 de marzo dijo haber vivido en el último año la experiencia de estar en medio de un tiroteo en Río de Janeiro.
La mayoría de las personas que pasó por ello es negra (32%) y vive en favelas (38%), lo que, según el Fórum, refuerza la tesis de que la más expuesta a la violencia en Río de Janeiro es la población de las comunidades pobres, mayoritariamente negros.
El sondeo mostró igualmente que 8% de los entrevistados fue víctima o cuenta con un pariente que fue alcanzado por una bala perdida en el último año. Ante el agravamiento de la violencia, cerca de 92% de la población de Río de Janeiro, dice tener miedo de experimentar un tiroteo, ser víctima de una bala perdida o morir en un asalto. Además, 87% de los cariocas tiene miedo de morir asesinado.
A causa de la violencia, 73% de los habitantes quiere mudarse. “Los datos son preocupantes, pero el sondeo muestra que la situación en Río de Janeiro no es más elevada que el porcentaje verificado por otros estudios en el resto del país”, afirmó en un comunicado el Fórum Brasileño de Seguridad Pública.
De acuerdo con la organización, lo que diferencia a Río de las otras ciudades son los constantes tiroteos y enfrentamientos que involucran bandas criminales, milicias (grupos parapoliciales) y policías.
“La incidencia de violencia policial experimentada por los ciudadanos de Río parece ser más del doble que la media nacional, lo que refuerza la idea de que hay una crisis de legitimidad de la policía en la ciudad y las reclamaciones sobre abusos policiales”, aseguró el sociólogo Ignacio Cano, investigador de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), citado en el comunicado.
De acuerdo con la directora ejecutiva del Fórum, Samira Bueno, el principal desafío es reducir los tiroteos, para ello recomienda, entre otras medidas, una profunda reforma de la policía, la sustitución de las políticas de enfrentamiento por las de inteligencia y un cambio en la relación que los agentes tienen con los habitantes de las comunidades pobres.
Los enfrentamientos fueron uno de los motivos que llevó al gobierno federal a decretar la intervención militar en la seguridad pública el 16 de febrero pasado. De acuerdo con el sondeo, pese a que 76% de la población de Río apoya la intervención en la seguridad, 69% la presencia del Ejército en la ciudad no mejoró hasta ahora la situación.