Aprovechando el alto el fuego temporal decretado por los talibanes y el gobierno afgano , insurgentes y soldados celebraron hoy juntos el Aíd al Fitr o fiesta del final del Ramadán en diferentes puntos del país, intercambiando abrazos, sonrisas y té, en una imagen nunca vista en 17 años de conflicto.
En varias provincias del país, los talibanes visitaron a sus familiares en zonas controladas por el gobierno, los insurgentes permitieron a las tropas ir a sus áreas -eso sí, sin armas- y las redes sociales se llenaron de fotografías de miembros de ambos bandos hundiéndose en abrazos imposibles.
Todo ello gracias a que la semana pasada la formación insurgente anunció un cese el fuego de tres días que comenzaría el primer día del Aíd al Fitr, hoy, una tregua que llegó dos días después de que Kabul anunciase una medida similar de forma unilateral.
"Hoy, en varias áreas, las fuerzas de seguridad y los combatientes talibanes rezaron en las mismas mezquitas", escribió en su cuenta de Twitter Akram Khpalwak, representante para Asuntos Políticos del presidente afgano, Ashraf Gani .
Khpalwak, que también es secretario del Alto Consejo para la Paz , compartió en la red social fotos de soldados uniformados saludando a barbudos talibanes, como también lo hizo el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, conocido por publicar a diario imágenes de las cruentas batallas.
"Nuestro alto el fuego entró en vigor anoche después de que el Aíd fuese confirmado para hoy", dijo a Efe Mujahid.
"Las fuerzas de seguridad del Gobierno pueden visitar (a sus familias y amigos) en las áreas bajo nuestro control, pero sin armas", confirmó sobre una medida sin precedentes desde 2001, cuando el régimen talibán cayó con la invasión estadounidense.
La provincia de Maidan-Wardak, al sur de Kabul, fue una de las regiones escenario de la inhóspita estampa: insurgentes en zonas controladas por el Gobierno realizando sus plegarias del Aíd y abrazando a sus declarados enemigos.
"En los distritos e incluso en la capital provincial, combatientes talibanes armados celebraron el primer día del Aíd junto a las fuerzas de seguridad afganas", dijo a Efe el portavoz del Gobierno de la provincia, Abdul Rahman Mangal.
"Los combatientes talibanes también visitaron puestos de control de las fuerzas de seguridad en algunas áreas, donde se saludaron y tomaron té juntos mientras se ofrecían frutos secos unos a otros", agregó la fuente.
También en la conflictiva Logar, al este de Kabul, los talibanes tuvieron la oportunidad de recorrer en sus motocicletas las calles asfaltadas de Pul-e-Alam, la capital provincial, para visitar a sus familiares y amigos.
Según relató a Efe el asesor del gobernador de Logar, Khalid Safi, al principio los talibanes llegaron a la ciudad con miedo y ocultando su identidad, pero tras algunas horas se dieron cuenta de que "nadie les iba a acosar en la ciudad".
"Nuestros soldados y los talibanes celebraron la festividad en un ambiente pacífico, juntos, en cada esquina de la provincia", aseveró.
Las pruebas gráficas de tales estampas y las celebraciones y aplausos circulan por las redes sociales a partes iguales.
"Dios mío, haz este alto el fuego de tres días un cese el fuego de por vida, por una paz y seguridad duradera en el país", rogó en la red social Facebook el usuario Noorajan Mangal.
Otro internauta, Bahir Hotak, anotó, por su parte, que esta es la primera vez en 40 años que "todos" los afganos están felices durante el Aíd al Fitr, aunque algunos ya están preocupados por lo que pasará cuando acabe el alto el fuego.
"Hoy se están abrazando unos a otros y nos secamos las lágrimas de felicidad, después de tres días empezarán a matarse y estaremos de nuevo llorando por ellos con dolor", concluyó el usuario de Facebook Samsor Jan.
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