Jair Bolsonaro
tiene en puerta una crisis de consecuencias imprevisibles. El ministro de Justicia brasileño, Sergio Moro , amenazó hoy con presentar su renuncia al cargo.
Moro
manifestó su intención de salir luego de que Bolsonaro le comunicó que en los próximos días pretende cambiar al jefe de la Policía Federal (PF) , actualmente en manos de un hombre de extrema confianza del exjuez del Lava Jato.
Bolsonaro
intenta por estas horas convencer a Moro para que continúe en el cargo , según publicó el diario Folha de S. Paulo . Los asesores de comunicación del exjuez no se manifestó inmediatamente ante la consulta de La Nación Argentina .
El presidente ultraderechista conversó en forma privada con Moro esta mañana , en una reunión en el palacio presidencial del Planalto. Allí Moro fue sorprendido por la comunicación de que Mauricio Valeiro , considerado su mano derecha y jefe de la PF, será reemplazado en los próximos días.
La posible salida de Moro , el político más popular de Brasil según las encuestas, amenaza con incrementar las turbulencias en el gobierno brasileño, que por estas semanas enfrenta dificultades en la gestión de la crisis del coronavirus.
En 2018, el exjuez del Lava Jato dejó su carrera como magistrado para asumir el papel de "superministro" en el gobierno de Bolsonaro , según él, para dar empuje desde el Ejecutivo a la lucha contra el crimen organizado y la corrupción. Rápidamente la autonomía de Moro quedó cuestionada, y en poco más de un año de gestión ha acumulado derrotas y frenos a sus proyectos, algunos por parte del Congreso y otros del presidente, su jefe político.
Considerado por muchos brasileños como un "héroe" por haber condenado al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y, según las encuestas, el político más popular del país, su continuidad en el gobierno de Bolsonaro quedó un gran signo de interrogación.
La posibilidad de que Moro deje el gobierno vuelve a surgir por segunda vez este año . En enero, Bolsonaro había amenazado con desdoblar el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, vaciando la cartera de Moro. A través de aliados, el exjuez había dejado claro que si ese proyecto se concretaba, su renuncia sería un hecho.
El año pasado la filtración de conversaciones privadas entre el juez y fiscales del Lava Jato, en un capítulo conocido como Vaza Jato, comprometió su actuación como juez anticorrupción en la gran causa que llevó a Lula tras las rejas. De acuerdo con el contenido de las conversaciones, reveladas por el sitio The Intercept, el exjuez habría actuado como coordinador de la acusación extrapolando sus funciones como magistrado. Sin embargo, en las encuestas no sintió el golpe a su popularidad.
Para muchos analistas, por su popularidad, Moro aparece como un candidato natural a la presidencia brasileña en 2022. Bolsonaro ha dicho el año pasado que lo postularía para la próxima vacante que se abrirá en la Corte Suprema, en noviembre de este año, por la jubilación del juez Celso de Mello. Para el derechista sería una forma de correr al exjuez de cualquier aventura mayor en la política.
agv