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Nueva York.— La ciudad de Nueva York podría estar acumulando miles de muertes más por el coronavirus de lo que reportan las autoridades locales, según destaca un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, difundido ayer.
El documento identifica que entre mediados de marzo y comienzos de este mes se produjeron 24 mil muertes más de lo que normalmente se registra en esta temporada en la ciudad de los rascacielos.
En ese periodo se reportaron 32 mil 107 decesos, cifra que refleja 24 mil 172 muertes añadidas al número promedio habitual entre esos meses. De esas más de 24 mil defunciones, al menos 13 mil 831 son atribuidas con pruebas de laboratorio, mientras que otras 5 mil 48 fueron calificadas como probables muertes relacionadas a la pandemia de Covid-19.
El informe apunta a su vez a otras 5 mil 293 muertes “en exceso” no identificadas al principio como confirmadas o de probable asociación al Covid-19; no obstante, los CDC estiman que estos decesos se atribuyan directa o indirectamente a la pandemia.
Según refleja el estudio, este número puede incluir casos de personas mayores con condiciones de salud subyacentes, como enfermedades cardiacas y diabetes, y cuyas muertes no fueron atribuidas al virus directamente.
De acuerdo con el recuento de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos registra ya 80 mil defunciones relacionadas con el coronavirus, 26 mil de las cuales se han producido en Nueva York, epicentro de la pandemia. Hasta el domingo, la ciudad registraba casi 14 mil 800.
La Casa Blanca ordenó a sus empleados que entran en el Ala Oeste que lleven mascarillas siempre que no estén sentados en su propio escritorio, una norma que no está prevista que se aplique al presidente estadounidense, Donald Trump, o al vicepresidente Mike Pence.
La medida, circulada entre los empleados en un documento interno al que tuvieron acceso varios medios, llega después de que la semana pasada al menos dos personas del círculo cercano a Trump dieran positivo: un asistente personal del mandatario y la vocera de Pence, Katie Miller.
“Requerimos que cualquiera que entre en el Ala Oeste lleve una máscara o algún recubrimiento facial”, indica el documento citado por The Wall Street Journal. El Ala Oeste es el apéndice de la residencia presidencial donde se encuentra el Despacho Oval y las oficinas de los asesores de Trump.
