Unos 30 mil niños se han unido a en México, advierte el informe 2024: Lista de bienes producidos por trabajo infantil o trabajo forzado y 2023: Hallazgos de las peores formas de trabajo infantil, del Departamento del Trabajo de Estados Unidos.

“Los niños en México son sometidos a las peores formas de trabajo infantil, incluyendo explotación sexual con fines comerciales [pornografía], a veces resultado del tráfico de personas, y en la producción y tráfico de drogas. Los niños también realizan peligrosas tareas en agricultura, incluyendo la producción de chile, café, caña de azúcar y jitomate”, dice.

Las niñas, alerta, “son particularmente vulnerables a la con fines comerciales, al constituir hasta 80% de las víctimas”.

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A pesar de los avances logrados en 2023, incluyendo la aprobación de enmiendas a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley de Seguridad Social para reforzar la salvaguarda de los derechos de los trabajadores y garantizar la seguridad social, los contratos por escrito y el acceso a servicios esenciales, como guarderías, el Departamento del Trabajo advierte que 20.1% de niños entre 15 y 17 años en México realizan trabajos peligrosos y que 4.3% de los niños entre cinco y 14 años trabajan.

En el rubro de actividades ilícitas, el informe destaca que los niños son usados por los cárteles para “la producción de amapola para la heroína, para traficar drogas, robar combustible y realizar ataques armados, algunas veces como resultado del tráfico humano”. Entre la población infantil más vulnerable en México, resalta a migrantes, refugiados, afrodescendientes y niños de zonas rurales o con discapacidades.

A pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano, indica el reporte, “algunos inspectores de trabajo estatales realizan inspecciones en el sector informal sólo en respuesta a denuncias formales. Además, los 529 inspectores federales de trabajo son insuficientes para cubrir a los más de 59.2 millones de trabajadores del país. Por último, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social carece de un sistema interno de seguimiento de las violaciones del trabajo infantil”.

México requeriría, de acuerdo con el Departamento, de unos 3 mil 947 inspectores “para garantizar una cobertura adecuada de la población activa”.

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El informe llama a elevar la edad mínima para trabajar de 15 a 18 años y garantizar el seguimiento de los niños migrantes, para “detectar indicadores de trata de seres humanos”; sobre los menores utilizados por el crimen organizado, aboga por internarlos “en centros de protección de menores en lugar de centros de detención” y verificar que reciban “servicios sociales adecuados y tienen acceso a la educación”. También pide dar apoyo adicional a niños indígenas, desplazados internos y refugiados.

A pesar de lo anterior, el Departamento del Trabajo menciona a México como uno de los seis países “con avances significativos” en los esfuerzos para erradicar el trabajo infantil.

México, en cumplimiento del T-MEC, prohibió las importaciones de productos hechos con trabajo infantil forzado. El reporte alude también a las becas Benito Juárez, creadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que han beneficiado a 10 millones de estudiantes.

De acuerdo con el informe, unos 160 millones de niños están sometidos al trabajo infantil en todo el mundo, y 79 millones de ellos realizan actividades peligrosas.

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A nivel de América, el Departamento del Trabajo detectó avances, como mejores políticas para proteger a los niños del abuso laboral. Además de México, registran “avances significativos” Argentina, Chile y Ecuador. Perú tuvo “avances moderados”.

Sin embargo, no sólo México, sino el continente carece de suficientes inspectores que puedan garantizar que los niños no sufren explotación laboral.

Según el informe, el trabajo infantil en la extracción de oro es el que se desarrolla en un mayor número de países (26), seguido de la fabricación de ladrillos (18), labores en los campos de caña (18), cafetales (17) y tabaco (17). En cuanto al trabajo infantil forzado, afecta a casi 28 millones de niños, siendo los talleres textiles los que ocupan primer lugar, con 10 países.

Le siguen el sector de la construcción (nueve países), los algodonales (siete) y la pesca (seis).

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EU “no es inmune”

“Estos informes brindan una guía importante a medida que trabajamos para reducir estratégicamente a nivel mundial las prácticas atroces de trabajo infantil y trabajo forzado”, explicó la secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su. Reconoció que Estados Unidos “no es inmune” a estos abusos, en medio de un aumento significativo del número de niños empleados ilegalmente en el país.

Subrayó que el gobierno usará toda su fuerza para “exigir responsabilidades a los empleadores estadounidenses y trabajar con socios globales para erradicar el flagelo del trabajo infantil y forzado donde sea que exista”.

El informe también incluye varios estudios que rastrean bienes contaminados con trabajo forzado o infantil a través de complejas cadenas de suministro globales, como productos textiles de algodón de China y Vietnam elaborados con algodón chino, o productos azucareros vinculados al trabajo forzoso en la industria de la caña de azúcar en la República Dominicana, entre otros.

La trata y explotación sexual

En cuanto a las peores formas de trabajo infantil, un problema que afecta a 131 países, el informe incluye la trata, la servidumbre por deudas, el trabajo forzoso, el trabajo peligroso, la explotación sexual comercial y el uso de niños en conflictos armados o actividades ilícitas.

El análisis ofrece casi mil 900 recomendaciones específicas por país para acabar con estas lacras.

Las principales áreas de preocupación abarcan numerosas industrias, incluidos bienes de consumo, electrónica, indumentaria, textiles y manufactura, además de los sectores minero y metalúrgico. Esto incluye aluminio de China (trabajo forzoso), oro de la República Centroafricana (trabajo infantil), Chad (trabajo forzoso) o Venezuela (trabajo infantil).

Destaca 12 nuevas incorporaciones de China, donde el trabajo forzoso patrocinado por el Estado en la provincia autónoma uigur de Xinjiang “continúa afectando a las principales cadenas de suministro”. Algunos minerales como el cobalto, el cobre y el zinc son producidos por niños en minas artesanales y de pequeña escala; otros minerales críticos, como el indio, se obtienen de yacimientos trabajados por niños, advierte el informe. Con información de agencias

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