Beijing.— El presidente chino, Xi Jinping, se aseguró ayer un tercer periodo en el poder y promovió a algunos de sus aliados más cercanos en el Partido Comunista de China (PCC), eliminando cualquier atisbo de disidencia y afianzando su posición como el líder más influyente del país desde el fundador Mao Zedong.
Xi fue elegido nuevamente como secretario general del gobernante Partido Comunista, informó la agencia Xinhua, inclinando al país de vuelta a un gobierno unipersonal después de décadas de poder compartido entre la élite. Xi también fue designado nuevamente como jefe de la Comisión Central Militar de China. Con los nombramientos, el líder de 69 años tiene prácticamente asegurada su designación como presidente de China por un tercer periodo, que se anunciará formalmente durante las sesiones legislativas anuales de marzo.
Algunos aliados cercanos de Xi fueron anunciados en el Comité Permanente de siete miembros.
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El exlíder partidario de Shanghái, Li Qing, un confidente de Xi, ascendió al puesto número dos. Xi dominará “el sistema político en el futuro previsible”, dijo Neil Thomas, experto en China del Eurasia Group.
En el máximo órgano de poder del gigante asiático no figura ninguna mujer —tampoco en el Politburó, por primera vez en 25 años. Quedaron fuera las dos únicas figuras que representaban algún tipo de oposición a Xi: el viceprimer ministro Hu Chunhua, único representante de la facción del expresidente Hu Jintao, y el actual primer ministro (ya de salida), Li Keqiang. Tras su reelección, Xi recibió las felicitaciones de dirigentes como el ruso Vladimir Putin; el norcoreano Kim Jong-un; el venezolano Nicolás Maduro; el nicaragüense Daniel Ortega, y el cubano Miguel Díaz-Canel.
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