Un día después de que el ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que impondrá aranceles del 25% a México y Canadá, y aranceles por separado a China, empresarios estadounidenses pidieron al futuro mandatario “repensar” la idea, advirtiendo que los estadounidenses pagarán el precio.
“Esperamos que Trump reconsidere estos aranceles en lo que respecta al calzado, ya que tales medidas supondrían una carga innecesaria para las familias estadounidenses cuando los presupuestos ya están muy ajustados”, dijo Matt Priest, presidente y director ejecutivo de Footwear Distributors and Retailers of America, que representa a empresas como Nike, DSW, Cros, Under Armour y Walmart, en un comunicado difundido la mañana de este martes.
Aunque Trump asegura que sus aranceles no causarán inflación, Priest advirtió que habrá un “profundo impacto” en las familias trabajadoras y en la economía en general.
Explicó que los gravámenes “aumentarán directamente los costos para los minoristas y los consumidores, lo que conducirá a precios más altos en productos esenciales de todos los días como los zapatos”.
Estados Unidos depende especialmente de China para importar zapatillas y otro calzado. Trump anunció el lunes por la noche que impondrá el primer día aranceles adicionales del 10% a China por no frenar, como prometió, el flujo de precursores de fentanilo que llegan a México. El gobierno chino advirtió que “una guerra comercial no beneficia a nadie”.
“Durante esta temporada de vacaciones, los estadounidenses no quieren ver ni oír hablar de un impuesto adicional sobre los artículos que más necesitan. Las familias merecen un alivio, no políticas que dificulten la compra de regalos, artículos esenciales de invierno y calzado para el nuevo año», se quejó Priest.
Por su parte, Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas de Automóviles, un grupo de la industria canadiense, cuestionó, en declaraciones al diario The New York Times: “¿Cómo compites con China si pones precios prohibitivos al aluminio de Quebec, los coches de Ontario, el uranio de Saskatchewan y el petróleo de Alberta?”, dijo, citando algunas de las principales exportaciones canadienses a Estados Unidos.
“La mitad de los coches fabricados en Canadá los fabrican empresas estadounidenses, y la mitad de las piezas que entran en todos los coches fabricados en Canadá proceden de proveedores estadounidenses, y más de la mitad de las materias primas proceden de fuentes estadounidenses”, añadió Volpe. “Somos más que socios. Somos casi tan inseparables como una familia”.
Expertos en comercio advirtieron que con Trump los aranceles realmente pueden materializarse, como parte de un modelo proteccionista. “La creciente especificidad de las amenazas arancelarias de Trump, tanto en términos de los montos como de los países a los que se dirigirán, indica la fuerte posibilidad de que estas sean acciones inminentes en lugar de simples amenazas bluseras”, dijo Eswar Prasad, profesor de política comercial en la Universidad de Cornell.
Lee también China critica “politización” de asuntos económicos y comerciales; respalda cooperación con México
Por ahora, el anuncio se concentró en México, Canadá y China. Pero a decir de expertos, es apenas el principio.
La designación de Scott Bessent como secretario del Tesoro deja claro que el tema de los aranceles no es visto por la administración Trump como una política comercial, sino como un arma diplomática, incluso de coerción, para obligar a los países a hacer lo que Trump quiere. En este caso, frenar los flujos migratorios, y de drogas.
Faisal Islam, analista y editor económico en BBC News, recordó que Bessent ha indicado que los aranceles pueden utilizarse tácticamente.
Lee también ¿Qué son los aranceles y para qué sirven?; Donald Trump impondrá el 25% a México
Alertó que, si bien Europa y el Reino Unido se han librado por ahora de las amenazas de aranceles, lo que Trump ha hecho por ahora es apenas un “esbozo del grueso real de la política arancelaria” que pretende implementar.
“Trump quiere cambiar radicalmente el mapa económico mundial y reducir el superávit comercial de China y Europa con Estados Unidos, a los que considera ‘estafadores de Estados Unidos’”. Por ello, consideró, Europa tiene que mantener la guardia alta.
Las acciones de General Motors, Ford y Stellantis, propietaria de Chrysler, retrocedieron tras el anuncio de aranceles. Las acciones de GM sufrieron las mayores pérdidas, con una caída del 8% hasta el martes por la mañana. Stellantis, matriz de Chrysler, Jeep, Dodge y Ram, perdió casi un 5%. Las acciones de Ford cayeron un 2%.
Las acciones de Toyota y Honda, que cotizan en Estados Unidos, cayeron alrededor de un 2% cada una.
Estas empresas se verían afectadas por los aranceles, dado que muchas piezas de autos pasan varias veces por la frontera de los tres países antes de que se termine la instalación y los coches se vendan en los concesionarios. Lo mismo ocurre con los fabricantes de automóviles extranjeros que tienen plantas en Estados Unidos, como Toyota y Honda.
mcc