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Los primeros choques entre los republicanos fieles a MAGA —Make America Great Again, movimiento que es impulsado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump—, han comenzado, justo en uno de los temas clave de la campaña: la migración.
En los últimos días, Musk ha expresado sus argumentos a favor de la expansión del programa de visas para trabajadores altamente calificados. Lo ha secundado en ello Vivek Ramaswamy. Juntos, se encargarán del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
“Si quieres que tu EQUIPO gane el campeonato, necesitas reclutar el mejor talento, donde quiera que esté. Eso permite que todo el EQUIPO gane”, escribió Musk en X.
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“Me refiero a traer, a través de la inmigración legal, al 0.1% del talento en ingeniería como algo esencial para que Estados Unidos siga ganando”, escribió Musk en otra publicación, este jueves. “Pensar en Estados Unidos como un equipo profesional que ha estado ganando durante mucho tiempo y que quiere seguir ganando es la construcción mental correcta”.
Ramaswamy defendió que las empresas contratan ingenieros que nacieron fuera de Estados Unidos o que nacieron de inmigrantes estadounidenses, porque “la cultura estadounidense ha venerado la mediocridad sobre la excelencia”,
Pero sus dichos recibieron una lluvia de críticas.
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“No hay nada de malo en los trabajadores estadounidenses o en la cultura estadounidense. Deberíamos invertir y priorizar a los estadounidenses, no a los trabajadores extranjeros”, escribió la exembajadora en la ONU, Nikki Haley.
“No les pedimos que diseñaran una política de inmigración”, dijo a su vez Matt Gaetz, quien tuvo que bajarse de la nominación como fiscal general de Trump, en medio de denuncias por comportamiento indebido con menores.
Uno de los comentarios más filosos vino del exestratega de Trump Steve Bannon. “Los colores verdaderos brillan”, dijo en relación a Musk. La activista proTrump Laura Loomer acusó a Musk de “infiltrarse en MAGA” y donar dinero “para influenciar la política migratoria y proteger a tu amigo Xi Jinping [presidente de China]”. Los choques se dan en medio de temores por la influencia de Musk en el gobierno de Trump, que llevaron a éste a asegurar que el presidente será él, no el dueño de X.
