París.- Élisabeth Borne , de 61 años, es una funcionaria tecnócrata conocida por su tenacidad y lealtad al presidente Emmanuel Macron, que este lunes la convirtió en la segunda primera ministra de Francia .
Borne, primera jefa de gobierno desde la socialista Édith Cresson a inicios de los años 90, llega a Matignon, como se conoce la sede del primer ministro, desde el ministerio de Trabajo para suplir a Jean Castex, que presentó este lunes su esperada renuncia al presidente.
Esta ingeniera de formación, nacida en París en 1961, había ocupado previamente las carteras de Transportes y Transición Ecológica durante el primer mandato del presidente centrista, reelegido en abril.
Borne forma parte del ala de centro-izquierda del oficialismo, una ventaja en un momento en que se esperan nuevas reformas sociales, en primer lugar el controvertido retraso de la edad de jubilación.
Diplomada en las prestigiosas Escuela Nacional de Puentes y Caminos y Escuela Politécnica, esta alta funcionaria se define como una "mujer de izquierdas" que lucha por la "justicia social y la igualdad de oportunidades".
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Su desempeño en el ministerio de Trabajo desde julio de 2020, en plena pandemia, estuvo marcado por la gestión de reformas sensibles, como la del seguro por desempleo, que enfrentó el rechazo unánime de los sindicatos.
En su haber, también figura el plan "un joven, una solución", que movilizó una serie de medidas a favor del empleo, entre ellas ayudas masivas al aprendizaje, para evitar una "generación sacrificada".
Esta mujer elegante, famosa por conocer a fondo sus dossiers, también heredó la controvertida reforma de las pensiones, que Emmanuel Macron aplazó en cambio a causa de la crisis de coronavirus.
"Es una supertecnócrata", comenta un responsable sindical, que pide el anonimato, subrayando la falta de empatía de la flamante jefa de gobierno.
Borne estuvo muy presente en los medios para defender la acción gubernamental, especialmente las medidas para evitar los despidos durante la crisis sanitaria y para fomentar el teletrabajo.
En marzo de 2021, pasó varios días en el hospital tras contagiarse de coronavirus. La funcionaria reconoció que fue una experiencia "angustiante" y que le tuvieron que "administrar oxígeno de vez en cuando".
Al frente del ministerio de Transportes desde 2017, Borne sacó adelante la delicada reforma de los ferrocarriles. Dos años después pasó a Transición Ecológica, tras la dimisión de su ministro por su fastuoso tren de vida.
Esta último ministerio ya le era familiar. En 2014, ejerció de directora de gabinete de la entonces ministra de Medio Ambiente, la socialista Segolene Royal, durante la presidencia de François Hollande.
En 2015, Borne se hizo cargo de la presidencia de la RATP, la gran compañía pública que gestiona el transporte en París y su región, años después de ser la directora de estrategia de la empresa de ferrocarriles SNCF en los 2000.
Su carrera ha estado consagrada esencialmente al servicio público, también como responsable de Urbanismo en la Alcaldía de París, pero pasó además por el sector privado, como la constructora Eiffage en 2007.
Muy discreta sobre su vida privada, perdió a su padre "muy joven" y su madre no tenía "realmente ingresos". Borne confesó que encontró en las matemáticas "algo bastante tranquilizador, bastante racional".
agv