Elecciones y violencia, la peor combinación
América Latina se adentra en un año electoral crucial, con seis elecciones presidenciales y dos regionales, en medio de una crisis de inseguridad que corroe los cimientos mismos de nuestras frágiles democracias. Hace tiempo que la región encabeza el ranking de homicidios, con ocho de los diez países más violentos del mundo. El principal generador esta violencia endémica es el crimen organizado transnacional que ha extendido sus tentáculos a lo largo y ancho de la región con economías ilegales transfronterizas cada vez más diversificadas desde la minería ilegal hasta el narcotráfico y la trata de personas.
Pocos fenómenos tan nocivos para la democracia como la violencia criminal organizada y crónica en tiempos electorales. Inhibe la participación política, acosa a los electores, limita la libertad de expresión, impone a unos candidatos y aniquila a otros, controla y extorsiona a las autoridades electas, impide el control territorial del estado y genera un clamor ciudadano en favor de políticas de mano dura similares. El triunfo arrollador que le permitió al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, reelegirse a pesar de la prohibición constitucional, solo se explica porque logró reducir los homicidios con medidas de represión policiaca, estados de excepción, arresto indiscriminado y encarcelamiento masivo de contra las maras.
El modelo de Bukele tiene cada día más adeptos en la región, incluso en países como Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay donde el aprecio por la democracia es más elevado y muchos ciudadanos están dispuestos a dar un cheque en blanco a las fuerzas de seguridad apoyando incluso la concentración del poder en manos de líderes políticos con ofertas punitivas. Hoy, las campañas electorales latinoamericanas giran en torno a la falsa dicotomía entre la mano dura para reprimir a la delincuencia o la mano blanda para pactar con ella. Ambas salidas son falsas en tanto sacrifican el estado de derecho, los derechos humanos y la democracia.
Guadalupe González González. Internacionalista
Narrativas y Desafíos Electorales México-EU
México y Estados Unidos encaran sus próximas campañas presidenciales en un contexto de relaciones bilaterales delicadas, definidas por el tráfico migratorio indocumentado, el tráfico de opioides y el combate al narcotráfico. La atención fronteriza es más prominente en la narrativa electoral estadounidense que en la mexicana, donde el control migratorio es fundamental para el presidente Biden y exmandatario Trump; y, en México se enfatiza el nearshoring y la protección de la diáspora mexicana en EU. Mientras que México está en camino de elegir por primera vez a una presidenta, el panorama electoral en EU no está tan definido, lo que puede intensificar narrativas populistas. Sin embargo, la posibilidad de que Trump regrese a la Casa Blanca es real.
Ambas candidatas ven esta perspectiva como un riesgo político y un desafío para sus administraciones, anticipando que Trump utilice la ratificación del T-MEC en 2026 y la imposición de aranceles como herramientas de negociación para defender los intereses estadounidenses. Ambos países enfrentan desafíos democráticos, donde existe el riesgo de que los resultados electorales no sean reconocidos, con instituciones bajo ataque que socavan la división de poderes. Independientemente de los resultados electorales, fortalecer los lazos fronterizos y abordar preocupaciones previas a la ratificación del T-MEC en 2026 es crucial para mantener la estabilidad económica regional y cooperación bilateral.
Yussef Farid Núñez. Analista de riesgos políticos y geopolítica. Maestro por la London School of Economics (LSE). Asociado PJCOMEXI
El Desafío del Narcotráfico en 2024: Elecciones y Cooperación Bilateral
El 2024 marca una coyuntura para fortalecer la relación México-Estados Unidos, con elecciones que moldearán el futuro político en ambos países. La seguridad, especialmente el narcotráfico, será tema dominante en la agenda bilateral.
El crecimiento del mercado de drogas alimenta la violencia y la corrupción en ambos lados de la frontera, tiene consecuencias graves para la seguridad regional. La conexión del narcotráfico con la política internacional, particularmente en el triángulo del fentanilo, donde China desempeña un papel protagónico como productor de precursores químicos, se ve obstaculizada por tensiones geopolíticas, lo que dificulta la cooperación efectiva.
Claudia Sheinbaum destaca la necesidad de reforzar la seguridad ciudadana con coordinación entre autoridades y prevención del delito. Xóchitl Gálvez propone medidas contra la corrupción en las fuerzas de seguridad y mejora en la cooperación internacional.
Se requiere una cooperación internacional robusta, especialmente entre México y Estados Unidos, para abordar integralmente el problema del narcotráfico y el tráfico de fentanilo. Esto implica una coordinación eficaz en materia de inteligencia, la aplicación de la ley y el desarrollo de estrategias conjuntas de prevención y tratamiento de adicciones.
En última instancia, el combate al narcotráfico, la realización de elecciones libres y justas, y el fomento de la cooperación internacional son cruciales para construir un futuro más seguro y próspero tanto para México como para la comunidad internacional en su conjunto.
Natalia Zorrilla Ramos, candidata a Mtra. en Políticas Públicas, Universidad de Chicago. Asociada COMEXI
Trump seduce a los hispanos
Las elecciones presidenciales de 2020 pasaron a la historia como uno de los procesos electorales con mayor participación hispana en la historia de los Estados Unidos. No obstante, eso está por cambiar, pues el número de votantes hispanos tendrá un aumento considerable para los comicios de noviembre próximo. Para las próximas elecciones generales, habrá cerca de 4 millones de votantes hispanos elegibles más que en las elecciones de 2020, dando como resultado un total de 34,5 millones de hispanoamericanos elegibles para votar, siendo “el grupo racial y étnico de más rápido crecimiento en el electorado estadounidense desde las últimas elecciones de mitad de periodo”.
La última encuesta realizada por el diario The New York Times-Sienna College señala que, “si hoy fueran las elecciones el 46% de los hispanos votarían por Donald Trump mientras que el 40% lo haría por Joe Biden. La reciente tensión entre el gobierno federal de Biden y el estatal de Texas por la ley SB4 que abiertamente tiene como objetivo criminalizar los migrantes es solo un síntoma más de cómo la seguridad fronteriza y la migración ocupan un lugar central en la disputa electoral.
Emerson Segura. Periodista
Venezuela: ¿más de lo mismo?
En Venezuela, las elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio buscan solidificar el control del gobierno en un entorno político tensionado. La inhabilitación de María Corina Machado, figura prominente de la oposición tras ganar las primarias, destaca entre las maniobras del gobierno para limitar la competencia mientras se mantiene una apariencia de proceso democrático. Este contexto de aparente paz, junto a signos de crecimiento desde una base económica severamente mermada y una profunda desigualdad social, pinta una situación de calma superficial en Venezuela. Sin embargo, subyace un descontento palpable y un anhelo de cambio tras más de dos décadas de gobierno chavista.
El reto para la oposición reside en superar obstáculos significativos y unificar a un electorado deseoso de alternativas, en medio de una realidad política restrictiva. El gobierno, por su parte, intenta proyectar estabilidad y crecimiento, excluyendo a oponentes mientras se abre a consultas públicas y al sector privado. La historia política venezolana sugiere que sorpresas son posibles, y la determinación del gobierno de Maduro de mantenerse en el poder hasta 2030 podría enfrentarse a retos inesperados, no obstante, si por algo es conocido el chavismo en el país, es por permanecer.
Santiago Taracena. Consultor en Prospectiva Public Affairs Latam @santi_taracena
La influencia de Putin 5.0
La esperada reelección del presidente ruso, Vladimir Putin, llega en un momento geopolítico clave, en donde ciertas victorias tácticas en Ucrania, el rápido crecimiento de su economía pese a las sanciones impuestas en su contra y la percepción de la ciudadanía de que es un líder que los ha defendido de la amenaza occidental, han dejado a Putin muy bien parado. Históricamente, Putin ha sabido navegar con el clima doméstico y externo para saber el momento preciso para tomar decisiones impopulares. Es de esperarse que el fortalecimiento político tras su triunfo electoral derive en acciones que postergó, como ordenar una segunda movilización militar para luchar en Ucrania o aumentar las tensiones con la OTAN hasta lograr mostrar alguna vulnerabilidad en la alianza.
En este quinto mandato, América Latina seguirá siendo un blanco. Al autoposicionarse como parte del Sur Global, Rusia continuará en la búsqueda de alianzas políticas, militares, ideológicas y comerciales bajo una visión que plantea un nuevo orden mundial multipolar. En el caso de México, habrá que prestar especial atención en los intentos de Rusia de fortalecer su influencia a través del documentado aumento de diplomáticos en nuestro país y de la creciente presencia del medio Russia Today (RT) particularmente en tiempos electorales, en donde el papel que ha jugado el Kremlin en la intromisión y propagación de desinformación en comicios a nivel mundial es bien conocida. Sin lugar a dudas, quien encabece el nuevo gobierno mexicano deberá evaluar el saldo de las implicaciones de acercarse o alejarse de Putin 5.0.
Raquel López-Portillo Maltos. Asociada COMEXI. @RaquelLPM
Desafíos en las elecciones de la Unión Europea
El inicio de año en Europa ha estado marcado por las protestas de los agricultores, la Guerra en Ucrania y la creciente ola de migración. A pesar de esto, la Unión Europea celebrará elecciones del 6 al 9 de junio.
En un contexto plagado de inconformidad social, no debe de resultar sorprendente que diversas encuestas señalan que las coaliciones de extrema derecha europeas (ECR, ID) y la centro derecha (PPE) conquistarán el parlamento.
Las preocupaciones nacionales como el comercio y la agricultura serán centrales para los votantes; pero también se sumará el descontento a las políticas migratorias tomadas por la UE y el apoyo indiscutible a Ucrania.
En este sentido, resalta la postura de miembros de la coalición Identidad y Democracia (ID), la cual se distingue por ser más laxa hacia Rusia y las sanciones económicas. Asimismo, la líder del recién fundado partido de izquierda Alemán, BSW, ha manifestado que lo mejor sería un alto al fuego. Aunque hoy en día una gran parte de los europeos apoya a Ucrania, no están convencidos de absorber el costo de la guerra.
Por otro lado, el discurso sobre la importancia de los intereses nacionales de los miembros posiblemente impactará a todos los continentes. Preocupa que en el caso del triunfo de la extrema derecha, a los productores europeos se les otorgará prioridad. Por lo que, probablemente se endurecerá la importación de ciertos productos provenientes del extranjero, incluyendo México.
Pilar Ruiz, Internacionalista y Asociada a COMEXI