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San José.— Nicolás Maduro Moros acostumbró, en 1986 y 1987, cruzar una calle en el oeste de La Habana desde la Escuela Ñico López, el más importante centro de formación de “cuadros políticos” del Partido Comunista de Cuba (PCC), hacia las playas y las piscinas de la Marina Hemingway, uno de los imanes hechizantes del glamur del capitalismo turístico cubano.
Favorecido por una beca que el PCC le concedió por intermedio del ya disuelto partido Liga Socialista, de Venezuela, Maduro se forjó en esas épocas en Cuba, con unos 25 años, como “cuadro” de la izquierda venezolana. Maduro digirió la propaganda revolucionaria cubana de que la Marina —enclave de multimillonarios extranjeros dueños de yates de lujo— se convirtió en punto para captar dólares vitales para la revolución que triunfó en 1959.
La formación comunista de Maduro en La Habana se registró en años de honda turbulencia política venezolana por el generalizado descontento con el sistema que se instaló en Venezuela en 1958, al caer la dictadura derechista de 10 años del general Marcos Pérez Jiménez (1914-2001), y establecerse un aparato bipartidista en alternancia de democristianos y socialdemócratas.
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Nacido el 23 de noviembre de 1962 en Caracas, se educó en la capital en centros públicos en los que inició su militancia sindical y fue conductor del metrobús. El sitio de su nacimiento siguió en polémica, porque se denunció que nació en Colombia y está inhibido de ser presidente de Venezuela.
Desde la militancia anti-Punto Fijo, pacto tripartito (democristianos, socialdemócratas y centroizquierda) que marcó a Venezuela de 1958 a 1998, en 1993 conoció al golpista y presidiario Hugo Chávez (1954-2013). Chávez salió libre en 1994 por un fallido golpe de Estado que dirigió en 1992 y reclutó a personajes como Maduro, conocido su historial en Cuba.
Ganador de la Presidencia en las urnas en 1998, Chávez asumió en 1999 y Maduro empezó una carrera dentro del chavismo: diputado constituyente, diputado, presidente de la Asamblea Nacional, ministro de Relaciones Exteriores, vicepresidente de la República y presidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), por el que hoy es candidato presidencial.
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Al morir Chávez en 2013, y designado por su predecesor como heredero, Maduro pasó ese año de la vicepresidencia a la presidencia al ganar los comicios para elegir a la persona que completaría el sexenio de su antecesor.
En un caos interno al registrarse, desde 2014, un hondo deterioro socioeconómico que Maduro atribuyó a la “guerra económica” por las sanciones de EU, en mayo de 2018 se reeligió a un segundo mandato o el primero completo. La reelección fue desconocida internacionalmente, al aducirse que fueron comicios ilegítimos. Maduro defendió esos comicios y rechazó todos los cargos de violar los derechos humanos.
Casado dos veces, Maduro se declaró cristiano y, en caso único en la zona, su régimen fue acusado en 2021 ante la Corte Penal Internacional crímenes de lesa humanidad.