Con seis estados aún en disputa, Joe Biden está por el momento más cerca que Donald Trump de ganar las elecciones presidenciales.
El exvicepresidente de Barack Obama suma 253 de los 270 votos electorales (de un total de 538) necesarios para alcanzar la presidencia, mientras que Trump se mantiene en 214.
Ambos candidatos esperan ahora que se definan los estados en los que no hay una proyección clara: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Pensilvania.
Los resultados de Alaska tampoco se conocen, pero es prácticamente seguro que sus tres votos electorales serán para Trump.
La gran incógnita es qué necesitan Biden y Trump para hacerse con la presidencia.
BBC Mundo te resume quién está más cerca de ganar.
Lo primero que hay que entender es que las elecciones de EU son indirectas. Lo que los ciudadanos votan en realidad es la conformación del Colegio Electoral, que es el órgano encargado de elegir al presidente.
El Colegio Electoral lo conforman 538 delegados, por lo que son necesarios 270 para ganar la elección.
Cada estado tiene asignado un número de votos electorales en función de su población. Todos salvo dos (Maine y Nebraska) los distribuyen con la regla de que el "ganador se queda con todos".
Biden tiene más fórmulas matemáticas para sumar 270 votos electorales.
Con 253 votos electorales ya garantizados:
Biden ha mantenido una ventaja constante en Arizona, donde aún queda un número importante de votos por correo que contar.
El margen a su favor en Nevada es solo de unos pocos miles, pero este jueves aumentó.
En este estado y en Alaska hay plazo hasta el martes para recibir votos por correo, que sólo serán contabilizados si fueron sellados el día 3 de noviembre o antes.
El demócrata se favorece de que los votos que quedan por contar se concentran en las zonas que rodean Atlanta, bastión demócrata.
Trump tiene ventaja pero, como en el caso de Georgia, la diferencia se va reduciendo y los votos que restan por contabilizar son en la zona de Filadelfia, que favorece al demócrata.
Biden busca volver a ganar Pensilvania como lo ha hizo con Michigan y Wisconsin, con quienes forma el llamado "cinturón del óxido". En los tres estados, tradicionalmente demócratas, se impuso Trump en 2016.
Si ganara ahí, sería presidente sin importar qué sucede en el resto de estados.
Por todo ello, Biden es optimista.
"Está claro que estamos ganando suficientes estados para alcanzar los 270 votos electorales necesarios para obtener la presidencia", dijo el miércoles.
El camino de Trump, con 214 votos electorales ya ganados, es más complejo.
Por ello, la campaña del presidente celebró este jueves haber ganado una demanda judicial que permite que sus observadores estén presentes en el conteo.
Trump ya habló de fraude la noche electoral y anticipó que incluso puede elevar el caso a la Corte Suprema.
"¡Detengan el conteo!", tuiteó este jueves.
Desde la madrugada del martes no aparece en público y los expertos coinciden en que es poco probable que conceda una eventual derrota.
Esa concesión verbal es fundamental, pues es la que tradicionalmente pone punto final a la elección de presidente de Estados Unidos.
El lento escrutinio en estos seis estados es causado por una mayor cantidad de voto por correo por la pandemia.
Estos votos en algunos estados sólo empezaron a contarse una vez cerradas las urnas el martes 3 de noviembre.
El encargado del sistema electoral en Georgia, Gabriel Sterling, dijo este jueves que espera que "para final del día" haya ya resultados en su estado.
Del resto no se sabe cuándo habrá respuestas definitivas.
La campaña del presidente ya interpuso demandas en Wisconsin, Georgia y Pensilvania por diversos motivos: para frenar el conteo, hacer un recuento o para que sus observadores estén presentes.
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