San José. – El saldo del proceso para elegir al nuevo presidente del Banco Interamericano (BID) exhibió una serie de hechos cruciales que confirmaron la inestabilidad y la debilidad de las alianzas diplomáticas de México con América Latina y el Caribe, el poder hegemónico de Estados Unidos al salir victorioso de la contienda y la inexistencia de un bloque sólido de la izquierda continental para enfrentar o contrarrestar a Washington.
La cancillería de México sufrió el pasado domingo un nuevo fracaso en sus competencias internacionales y, otra vez, ante la de Brasil, que venció y logró colocar ese día al brasileño Ilan Goldfajn como presidente del BID a partir del próximo 19 de diciembre, en las postrimerías del gobierno del mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.
El BID emergió como un crucial y sensible terreno de juego en los nexos políticos y financieros de Washington con sus vecinos del hemisferio occidental en los que también participan influyentes socios de Europa y Asia, como Reino Unido, Alemania, España, China, Japón e Israel.
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Tlatelolco, sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, postuló al mexicano Gerardo Esquivel y salió derrotado en el BID. Goldfajn recibió el 80% de los votos del capital accionario del BID y el apoyo de 26 países, mientras que Esquivel apenas captó el 8,2% y el respaldo de tres naciones.
El chileno Nicolás Eyzaguirre, postulado por el presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, superó a Esquivel, con los sufragios de 12 países y del 9,9% de los accionistas, según fuentes con detalles de la votación. El trinitobaguense Gerard Johnson, candidato por el gobierno centro-izquierdista de Trinidad y Tobago, obtuvo los votos de seis países y del 1,6%.
Tlatelolco también perdió en septiembre anterior ante Itamaraty, que alberga al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, en una pugna por la dirección de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El epidemiólogo brasileño Jarbas Barbosa da Silva, postulado por Bolsonaro, derrotó a la cirujana mexicana Nadine Gasman Zylbermann, candidata del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Con olfato político en el combate por el BID, el presidente electo de Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, evitó arriesgar su capital político internacional y se replegó en una lucha que desgastó a México y acercó a Argentina con EU.
La puja por el Banco habría distanciado a López Obrador del presidente de Argentina, Alberto Fernández, pese a que ambos reafirmaron este año los intercambios de calificativos de que son “hermanos” y socios incondicionales como gobernantes izquierdistas.
Argentina lanzó la candidatura de la argentina Cecilia Todesca para el BID. Fernández quedó a la espera de que López Obrador retirara la de Esquivel y apoyara a Todesca, en una maniobra que pretendía reforzar la unidad regional y tratar de debilitar al candidato brasileño.
López Obrador nunca desistió con Esquivel, pero Fernández sí sacó de la competencia a Todesca y se aproximó a Brasil, EU y Canadá para votar por Goldfajn, pero a cambio de obtener tres premios.
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Argentina ejercerá tres posiciones esenciales del BID: la Gerencia de Infraestructura y la Vicepresidencia de Sectores y tendrá el mando del Instituto de Género e Igualdad, una estructura en proceso de creación en lo que es la principal instancia financiera interamericana.
Fernández canceló su viaje a México previsto para esta semana. Oficialmente, es por razones de salud, pero el diario La Nación afirmó, citando fuentes cercanas al mandatario argentino, que éste está molesto con López Obrador por lo ocurrido en el BID.
“(El viaje) a México está en duda porque lo de BID fue descoordinado. La negociación fue buena, pero con Estados Unidos”, comentó a La Nación gente muy cercana al Presidente, que esperaba el apoyo de López Obrador para avanzar con la candidatura de Todesca, integrante del grupo Callao y actual secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería.
En una reacción que mostró su malestar, el presidente López Obrador afirmó ayer en su conferencia de prensa mañanera en la capital mexicana que “no hay un cambio en la elección” del jefe del BID y advirtió que “es más de lo mismo”.
Sin citar a Argentina ni al arreglo que Buenos Aires pactó con Washington con las tres recompensas por sacar del juego a Todesca, López Obrador cuestionó: “Se ponen de acuerdo, con el visto bueno de EU y así eligen. Es lamentable que esto siga pasando, no hay cambios”.
Lo sucedido en la votación repitió el proceso “que se ha venido aplicando durante todo el periodo neoliberal”, reprochó.
Las izquierdas
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