Washington D.C.— La noticia de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales resonó particularmente y con fuerza en la capital federal estadounidense, una ciudad que, desde la campaña, se mostraba mayoritariamente escéptica sobre el posible regreso de Trump a la Casa Blanca.
En una ciudad con una inclinación histórica hacia el Partido Demócrata, el sentimiento general entre los residentes ha sido de inquietud ante las políticas que podrían implementarse en el nuevo mandato.
Ricardo Ortiz, mexicano que vive en esta ciudad desde la década de los 90, comentó a EL UNIVERSAL que “nunca habíamos vivido un año electoral de esta manera, yo voté por Kamala y todos o casi todos en esta ciudad queríamos que ganara, pero mira, las cosas salieron al revés, ahora hay que esperar qué va a pasar en el país, pero en el mundo también”.
Muriel Bowser, alcaldesa de Washington D.C., ha sido una de las figuras más vocales en expresar sus preocupaciones. En una conferencia, Bowser comentó que “como alcaldesa de D.C., mi compromiso es garantizar que nuestra autonomía no sea vulnerada y que nuestros residentes mantengan su voz en las decisiones que afectan sus vidas diarias”.
La alcaldesa, que ya había tenido diferencias con Trump durante su administración anterior, advirtió: “Debemos mantener la resiliencia de nuestra ciudad intacta. No cederemos a presiones que puedan comprometer nuestra seguridad o nuestros derechos”.
“Creo que para muchos de nosotros, el temor es perder el control sobre decisiones locales que afectan directamente a nuestra comunidad,” comentó en redes Jessica Miller, residente de Dupont Circle y activista comunitaria. “Trump mencionó en su campaña que podría tomar un rol más activo en las decisiones de nuestra ciudad y eso nos preocupa. Washington D.C. debería ser administrada por sus propios habitantes, no por alguien que esté en la Casa Blanca y pueda tener agendas políticas diferentes”. Para muchos residentes, el punto más sensible es la autonomía del Distrito de Columbia. Al no tener representación con voto en el Congreso, la comunidad de Washington D.C. históricamente ha tenido que luchar para que sus intereses sean escuchados a nivel federal.
Lee también: Hija trans de Elon Musk se exiliará tras el triunfo de Donald Trump; “ya no veo mi futuro en Estados Unidos”, asegura
Con una nueva administración Trump, varios habitantes temen que ese derecho se vea todavía más comprometido.
Michael Patterson, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Georgetown, expresó su escepticismo: “La autonomía de Washing- ton D.C. siempre ha sido un tema delicado y con Trump en el poder, la posibilidad de intervención federal parece más real que nunca. El temor de muchos es que decisiones se tomen desde la Casa Blanca sin considerar necesidades reales de aquí”.
Ante estas inquietudes, diversas organizaciones comunitarias y grupos de defensa de derechos civiles han convocado reuniones y foros abiertos para analizar la situación y discutir estrategias de protección de sus intereses.
Lee también: Donald Trump supera los 270 votos en la elección de Estados Unidos; va por segundo mandato
“No podemos quedarnos quietos,” afirmó Alan Rodríguez, líder de una organización local en defensa de la autonomía del distrito. “Nos estamos preparando para cualquier intento de recortar nuestros programas sociales o de intervenir en nuestra gobernanza. Es momento de demostrar la fortaleza de nuestra comunidad”.
Algunas voces han adoptado un tono más esperanzador, viendo en la situación una oportunidad para fortalecer la unidad de la comunidad. “Esto podría ser el impulso que necesitamos para unirnos más y demandar, con más fuerza que nunca, nuestra autonomía y representación en el Congreso,” afirmó Naomi Sánchez, residente de Washington D.C. desde hace más de dos décadas. “Es un llamado a todos los que vivimos aquí para que nos mantengamos vigilantes y participativos”, dijo.
Washington D.C. se encuentra en una encrucijada. Por un lado, persiste el temor de que la administración Trump intente recortar la autonomía del distrito, así como afectar programas de ayuda y de servicios públicos. Por otro lado, existe una creciente determinación entre los residentes y líderes comunitarios de defender sus derechos.