Un día después de que se dieran a conocer versiones confusas sobre la salud del presidente estadounidense Donald Trump, hoy su equipo aseguró en diferentes medios que se encuentra mejor, “ansioso” de regresar a la Casa Blanca y la campaña .
Jason Miller, asesor de campaña de Trump, dijo a la cadena ABC News que el mandatario, quien se encuentra internado desde el viernes en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en Bethesda, Maryland tras dar positivo al coronavirus, está “ansioso de regresar a la campaña”.
Defendió, al mismo tiempo, que Trump y su equipo se toman el virus “muy en serio. Es por eso que a todos los que acuden a los mítines les damos un cubrebocas, revisamos su temperatura”, e insinuó que el candidato presidencial demócrata, Joe Biden , exagera al usar el cubrebocas “todo el tiempo”.
Una encuesta de la misma cadena, difundida esta mañana, señala que 72% de estadounidenses cree que Trump “no se tomó suficientemente en serio el riesgo de contagiarse con el virus”, ni tomó “las precauciones adecuadas tratándose de su salud personal”.
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Steve Cortes, otro asesor de campaña, dijo a Fox News que el jefe de Estado “está bien… hablamos con él ayer; quiero decir la gente de la campaña… Estaba tan animado y asertivo como siempre”. Sobre el video que Trump difundió el sábado, dijo que mostró “al luchador hablando directamente al pueblo estadounidense de forma improvisada por cuatro minutos, viéndose bien, sonando bien y lo que es más importante, por supuesto, es que su médico dijo que su progreso ha sido increíble”.
En CBS, el asesor de Seguridad Nacional Robert O’Brien dijo que Trump “ya quiere regresar a la Casa Blanca y a trabajar, pero creo que se quedará en el Walter Reed algún tiempo más”.
Temprano, Trump tuiteó: “¡Muchas gracias!”, por las muestras de solidaridad mostradas por gente que se reunió afuera del hospital donde está.
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La primera sesión informativa ofrecida el sábado por el médico presidencial, el doctor Sean Conley, junto con otros profesionales, despertó más dudas de las que resolvió. Conley se negó reiteradamente a divulgar si Trump tuvo que usar un tanque de oxígeno y se negó a divulgar ciertos detalles, como cuántos grados de fiebre tuvo el mandatario.
Al mismo tiempo, reveló que Trump comenzó a exhibir síntomas de la enfermedad el jueves por la tarde, antes de lo que se había publicado hasta ahora.
Conley pasó gran parte del encuentro evadiendo las preguntas de los periodistas. “El jueves no recibió nada de oxígeno, nada hasta ahora y ayer con todo el equipo, cuando estábamos todos aquí, no recibió oxígeno”, afirmó Conley.
Sin embargo, según una fuente oficial enterada de la condición de Trump, el presidente sí recibió oxígeno suplementario la mañana del viernes en la Casa Blanca antes de ser llevado al hospital por helicóptero esa tarde. La fuente pidió no ser identificada porque no estaba autorizada para hablar del tema con la prensa.
Por la tarde, el jefe de despacho Mark Meadows admitió ante los reporteros frente al hospital: “Todavía no estamos en un sendero claro hacia una recuperación plena”. En la noche, el médico de cabecera del mandatario expresó un cauteloso optimismo, pero añadió que Trump “no estaba todavía fuera de peligro”.
Con información de AP
lsm