El Paso, Texas.— Este lunes, pese al horror y dolor vivido el fin de semana, la comunidad paseña intentó volver a su rutina en un ambiente denso y silencioso. Los vehículos transitaron lento junto al centro comercial Cielo Vista y en los hospitales la gente esperó silenciosa.
Apenas el domingo por la tarde los cuerpos de la masacre fueron retirados en su totalidad de. Walmart. Nadie pudo verlos, las autoridades se encargaron de sacarlos por un área sin acceso para trasladarlos a las instalaciones forenses donde se continuarán las investigaciones, para lo cual el FBI ha enviado a más de 40 miembros de su equipo forense a esta ciudad, así como a 18 especialistas en víctimas para ayudar a las familias.
El Paso, Texas, es considerada una de las 10 ciudades más seguras de Estados Unidos, puesto que apenas tuvo 23 homicidios violentos durante 2018, es por ello que la masacre ocurrida el pasado sábado y que ha dejado hasta el momento 22 personas sin vida, cimbró la tranquilidad de sus casi 700 mil habitantes. La mañana del lunes la cifra de fallecidos alcanzó los 22, esa fue la noticia con la que despertó la comunidad paseña.
Buscaba la seguridad. Miriam se mudó de Chihuahua a El Paso hace un par de años atraída por la seguridad, quería que su pequeña hija creciera en un ambiente más tranquilo, por eso es que lo ocurrido este fin de semana es algo que aún no puede dimensionar.
“No puedo creer que existan personas que maten así, que destrocen a una comunidad”, expresó.
Ella es consciente de que El Paso, especialmente la zona de Cielo Vista Mall, es un lugar adaptado para los consumidores mexicanos, de tal manera que percibe una agresión directa.
La comunidad paseña se percibe a sí misma como hospitalaria y generosa, Ellie fue una de las cientos de personas que acudieron a donar sangre. “Trabajo muy cerca de Walmart, pensar que esto pudo ocurrir donde estaba yo o alguien de mi familia me causa mucha angustia”, dijo. Walmart de El Paso es una de las tiendas más concurridas de la cadena comercial, según datos de la empresa. Indica que recibe hasta 65 mil personas a la semana.
No obstante, un niño de 11 años intenta que la tragedia se convierta en acciones de bondad. A través de un tuit la madre del menor lanzó #elpasoCHALLENGE, el cual desafía a los habitantes de El Paso a realizar un acto de bondad por cada persona que murió en el tiroteo.
Jordi, un joven estudiante de 21 años, aseguró que lo ocurrido no describe la vida en El Paso, Texas, donde nació: “Aquí todos somos amigos, nadie de aquí habría hecho algo así, yo veía los sucesos así muy lejos de nosotros”.
Los paseños demostraron su solidaridad desde el momento en el que las autoridades hicieron un llamado para donar sangre a los heridos: las filas eran enormes.
El esfuerzo de los paseños por continuar en la normalidad se vio opacado a mediodía, cuando las autoridades locales recibieron el reporte de un paquete sospechoso en la avenida Edgemere, lugar al que llegó el escuadrón antibombas. Pese a que el asunto no trascendió, en minutos las redes sociales se volvieron a inundar de advertencias y mensajes de temor por la situación que ocurre en esta ciudad.