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El Paso, Texas.— La versión de que el asesino Patrick Crusius tenía como objetivo a hispanos, y que se trató de un crimen de odio en contra de mexicanos, cobró fuerza luego de que se confirmó que 18 de las 22 víctimas mortales del tiroteo ocurrido el sábado en el Walmart de Cielo Vista son de origen hispano.
Las evidencias y testimonios cobraron fuerza una vez que fueron divulgadas las identidades de las víctimas mortales, de las cuales solamente cuatro apellidos refieren un origen distinto al hispano. Se trata de Angelina Englisbee, David Alvah Johnson y Margie Reckard, los tres con apellidos de origen anglosajón, a quienes se les suma un alemán: Alexander Gerhard Hoffman.
El resto de las víctimas, a pesar de que 13 de ellas tienen papeles que los identifican como estadounidenses, tienen apellidos hispanos como Anchondo, Sánchez, Flores, Velázquez. Se trata de Adolfo Cerros Hernández, de 66 años; Andre Pablo Anchondo, de 23; Arturo Benavidez, de 60; Elsa Márquez, de 57; Gloria Irma Márquez, de 61; Iván Filiberto Manzano, de 46; Javier Rodríguez, de 15; Jordan Anchondo, de 24 años; Jorge Calvillo, de 61; Juan de Dios Velázquez, de 77; Leonard Cepeda Campos, de 41; Luis Alfonso Juárez, de 90; María Eugenia Legarreta Rothe, de 58 años; María Flores, de 77; Maribel Loya, de 56; Raúl Flores, de 77; Sarah Esther Regalado Monreal, de 66, y Teresa Sánchez, de 82 años.
A pesar de que el gobierno mexicano informó que de las 22 víctimas ocho son connacionales, el departamento de policía de El Paso sólo reconoce a siete como mexicanos.
Algunas de las víctimas, como es el caso de la maestra Elsa Márquez, tenían documentos que los acreditan como ciudadanos estadounidenses; sin embargo, tenían su domicilio, familia y trabajo en Ciudad Juárez, Chihuahua. Otro caso extraordinario es el del señor Juan de Dios Velázquez, identificado por el gobierno mexicano como originario de Zacatecas y padre de un pastor religioso que vive en la Sierra de Chihuahua, que radicaba desde hace poco tiempo en El Paso.
Odio, el motivo. Que el tiroteo se realizara en una de las plazas que concentra mayor número de mexicanos, principalmente los fines de semana, y a unos días del regreso a clases, no fue una coincidencia, así lo dejó ver desde sus primeras declaraciones el secretario de Relaciones Exteriores (SRE) mexicano, Marcelo Ebrard, quien expresó que el ataque ocurrido en un centro comercial era un acto de terrorismo contra los mexicanos.
El canciller aseguró que, tras recabar testimonios de personas que estuvieron ahí, pudieron confirmar que el tirador iba a atacar directamente a mexicanos, poco después su dicho fue corroborado por el paseño Christopher Grant, un hombre que estuvo en el lugar y trató de distraer al tirador Patrick Crusius; no obstante, el hombre con el arma daba paso libre a los blancos y afroestadounidenses, enfocándose en los mexicanos.
Sin vigilancia. Ayer también se informó que al momento del tiroteo en el Walmart, en El Paso, había una gran cantidad de personas de origen hispano y sin embargo no había seguridad en el local.
El Paso News mencionó que al momento del ataque había “3 mil personas, que es más de lo que tienes en un Black Friday”, dijo Burt P. Flickinger III, un distribuidor.
Randy Hargrove, un vocero de Walmart, confirmó que no había un elemento de seguridad al momento del ataque. “Algunas tiendas tienen seguridad. No es una norma nacional el que todos los locales deben estar vigilados”, dijo. A pesar del tiroteo, Walmart no planea realizar cambios, indicó el vocero.
***Con información de agencias