La propuesta de construir un muro a lo largo de la frontera con México ayudó a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca y ya forma parte de su agenda para buscar la reelección en 2020.
"El muro se está construyendo. Se está erigiendo rápidamente", dijo el mandatario el mes pasado.
Su discurso original era que se trataba de un "muro grande y hermoso" que sería costeado por México. Sin embargo, es probable que ninguna de estas cosas se haga realidad. De hecho, es posible que ni siquiera se trate de un muro.
No obstante, Trump ha avanzado mucho. Este es el estado actual de su proyecto.
Sobre el terreno no muchas cosas han cambiado.
Desde que Trump llegó al poder, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) asegura que fueron construidos un total de 111 kilómetros de un "nuevo sistema fronterizo".
Gran parte de esto no es un nuevo muro sino más bien trabajos de mejora en infraestructuras preexistentes. Ya hay unos mil 46 kilómetros de barreras a lo largo de esa frontera.
El nuevo sistema estará hecho con lo que el CBP describe como una combinación de "barreras de acero, carreteras para todo tipo de clima, iluminación, cámaras de seguridad y otras tecnologías relacionadas".
La frontera entre Estados Unidos y México tiene una extensión de más de 3 mil kilómetros y, aunque Trump originalmente dijo que el muro cubriría toda esa distancia, aclaró luego que obstáculos naturales como montañas y ríos ayudarán a cubrir algunas partes.
Las construcciones previstas en varias ciudades fronterizas deberían ayudar a levantar el muro en un futuro próximo. El objetivo del gobierno es contar con 819 kilómetros del "nuevo sistema de muro fronterizo" listo para finales de 2020.
Aunque el avance en la construcción ha sido lento, Trump espera que las obras se aceleren.
Eso se debe a que los fondos disponibles crecieron de forma significativa desde sus primeros días en la Casa Blanca.
Sus esfuerzos iniciales quedaron atrapados en una serie de dificultades políticas y legales. A inicios de este año se produjo el cierre del gobierno más largo en la historia de Estados Unidos debido a que Trump se negó a firmar el presupuesto, a menos que este incluyera dinero para el muro.
El mandatario llegó incluso a declarar la emergencia nacional para liberar fondos con este fin.
Luego, las cosas mejoraron para él.
En julio, la Corte Suprema dio luz verde para que la presidencia redirigiera 2 mil 500 millones de dólares de fondo del Pentágono para usarlos en el muro. Y en septiembre, otros 3 mil 600 millones de dólares de recursos de Defensa quedaron disponibles.
Estos fondos y otros adicionales elevan la cantidad de dinero que puede destinar al muro hasta 9 mil 800 millones de dólares. Y puede haber más en camino. Medios estadounidenses dijeron que el gobierno considera redirigir para esta obra miles de millones de dólares destinados a gasto militar.
Aún con todos estos fondos, los recursos disponibles para el muro son inferiores a la estimación inicial de Trump por 12 mil millones de dólares. Sin hablar de otros cálculos que van más allá al incluir el pago de consultores, etc.
Pero este dinero es suficiente para el mandatario estadounidense. Si hubiera alguna duda de que esta política lleva su impronta, el mes pasado realizó un viaje a California durante el cual escribió su nombre en un trozo de muro con un marcador negro de punta gruesa.
Y en sus mítines, el coro "Construye el muro" aún suena con fuerza.
Se trata de un asunto sobre el cual Trump habló una y otra vez y recientemente lo hizo en Nuevo México, un estado en el cual los demócratas ganaron cómodamente durante las últimas tres elecciones pero en el cual espera ganar en 2020.
Allí sus partidarios le oyeron hablar sobre los demócratas que apoyan las "fronteras abiertas" y decir que el muro es esencial para mantener a los estadounidenses a salvo de los traficantes de drogas. Ese argumento le ha funcionado políticamente en el pasado y es probable que lo use nuevamente en el futuro.
Un libro publicado recientemente por dos periodistas del diario The New York Times indica cuánta importancia le da Trump a la inmigración y las medidas extremas que él ha considerado tomar para detener el flujo de inmigrantes en la frontera, muchos de los cuales huyen de la violencia y la pobreza.
Según el libro, Trump llegó a sugerir la posibilidad de dispararle a los inmigrantes en las piernas, construir una valla electrificada de púas o un foso infestado de serpientes o cocodrilos.
Los fondos por 3 mil 600 millones de dólares que recientemente fueron autorizados para el muro proceden del Pentágono y, por tanto, afectan una gran cantidad de proyectos militares.
Puerto Rico es un gran perdedor. Ese territorio estadounidense en el Caribe aún se está recuperando de un huracán y perderá 400 millones de dólares en financiamiento. Esos proyectos, sin embargo, se encuentra en pausa y requieren de aprobación del Congreso para avanzar.
Los demócratas criticaron la idea de quitar fondos a los militares así como sacarle poder al Congreso para aprobar esos gastos.
"Es un golpe en el rostro de los miembros de las Fuerzas Armadas que sirven a nuestro país, el hecho de que el presidente Trump esté dispuesto a canibalizar fondos militares ya asignados para alimentar su ego personal para construir un muro que él prometió que iba a ser costeado por México", dijo el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
En cuanto a los republicanos, Trump ha recibido el apoyo incluso de congresistas que se encuentran en estados vulnerables o en aquellos que van a perder financiamiento.
"Todos tenemos preocupaciones sobre nuestros estados pero la seguridad fronteriza es parte de la seguridad nacional por lo que nuestros ciudadanos quieren asegurarse de que hacemos nuestro trabajo", dijo al sitio web Politico el senador por Texas John Cornyn.
El Congreso intentó nuevamente revertir la declaración de emergencia de Trump en septiembre, por lo que es de esperar que la discusión sobre el financiamiento continúe en el futuro.
Pero no son solamente proyectos del Pentágono dentro de Estados Unidos los que verán sus fondos redirigidos. Operaciones en 19 países también se verán afectadas. Esto incluye centenares de millones de dólares destinados a reforzar las defensas europeas en contra de Rusia.
Al anunciar estos cambios, el secretario de Defensa de EU, Mark Esper, sugirió que los países europeos deberían financiar los proyectos. Desde hace tiempo, Trump se ha quejado de que su país paga demasiado en proteger a otros países.
"El mensaje que he llevado desde que empecé en el cargo de forma temporal hasta hoy ha sido que es necesario compartir la carga", dijo Esper.
No hay nada que indique ahora que México pagará directamente por el muro. Incluso un presentador de Fox News, la cadena de televisión estadounidense más favorable a Trump, dijo que el mandatario "nunca debió haber dicho" que México pagaría la obra.
El gobierno, sin embargo, puede subrayar la gran caída en la llegada de inmigrantes a las fronteras de EU, después de que Trump amenazó con imponer aranceles a México si no detenía el flujo.
Un Congreso que no coopera es un gran obstáculo para el muro de Trump y sobre el terreno aún hay más retos por superar.
Grupos ambientalistas están preparando demandas contra la construcción, preocupados por la posibilidad de que las nuevas barreras puedan causar un daño irreparable en áreas sensibles.
Los poderes especiales permiten al gobierno construir en áreas protegidas para favorecer las estructuras fronterizas.
Hay un organismo gubernamental que está revisando las compras forzosas que está realizando el gobierno a lo largo de la frontera con México cuando los propietarios se resisten a los esfuerzos de la Casa Blanca de construir sobre terrenos privados.
Victor Manjarrez, un exagente fronterizo que ahora trabaja como académico en la Universidad de Texas, está impresionado con los esfuerzos del gobierno y asegura que el objetivo del Ejecutivo se puede alcanzar.
"Dicho eso, incluso con el progreso logrado, 800 kilómetros...va a ser difícil", señaló citando el clima y dificultades logísticas como tener que preparar el cemento en áreas distantes de la frontera.
Manjarrez también pone en duda que el muro pueda por sí solo detener los cruces fronterizos, señalando -por ejemplo- que mientras los muros son efectivos en áreas urbanas lo son mucho menos en el desierto.
Incluso si el muro terminara de construirse, agrega, "verás una reducción, un cambio en el flujo, la demografía -el tipo de individuos que cruzan- será diferente pero el flujo no se detendrá. Ese es el problema con crear falsas expectativas".
Como estrategia para conseguir la reelección, ¿ayuda esto a Trump? Parecería que sí, aunque es improbable que el tema del muro le ayude a ganar nuevos votantes.
Las encuestas sugieren que en un ambiente político polarizado la inmigración es el tema más grande de los asuntos divisivos.
El Centro de Investigaciones Pew concluyó que un 82% de los republicanos están a favor del muro pero que en el caso de los demócratas el apoyo cae a 6%.
"Es difícil encontrar un tema más partidista que ese", señaló el director de Investigación Política del Pew, Carroll Doherty.
Doherty indicó que en los votantes republicanos hay cierta "intensidad" cuando se trata el tema de la inmigración hacia la cual Trump apuntará de nuevo.
"¿Castigarán a Trump por no haber progresado más con el muro? Es difícil ver esa situación, porque Trump ha identificado a los demócratas como el obstáculo para construir el muro y él afirma que han avanzado", dijo Doherty.
"El apoyo al muro sigue siendo fuerte entre los republicanos y muchos de estos siguen votando movidos por el tema de la inmigración", concluyó.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.