El paradero del multimillonario chino-canadiense Xiao Jianhua había sido un misterio desde enero de 2017, cuando su familia reportó que el magnate había desaparecido en Hong Kong y luego retiró la denuncia al asegurar que se encontraba "seguro".
En aquel momento, medios internacionales especializados en política china informaron que Xiao había sido detenido por agentes de seguridad de Pekín, y que había sido trasladado a China continental.
Este viernes, cinco años después de aquel episodio, un tribunal de Shanghái informó que el magnate fue condenado a 13 años de prisión en China y su empresa deberá pagar una multa de más de 8 mil millones de dólares.
La embajada canadiense indicó que el juicio había comenzado el pasado 4 de julio, y las autoridades chinas negaron el acceso de sus diplomáticos al juicio.
Xiao y su compañía Tomorrow Holdings fueron acusados de malversación de fondos y soborno.
El empresario y su firma fueron declarados culpables de "absorción ilegal de depósitos públicos, abuso de la confianza en el uso de la propiedad encomendada... [y] uso ilegal de fondos", informó el tribunal de Shanghái a través de un comunicado.
La corte también precisó que Tomorrow Holdings era culpable del "delito de soborno".
Agregó que Xiao y su empresa "habían violado gravemente la orden de gestión financiera" y "habían dañado la seguridad financiera del Estado".
El tribunal informó que Xiao y su compañía se declararon culpables y cooperaron con las autoridades, lo cual contribuyó a aminorar su condena.
Consultado el viernes sobre el derecho de Xiao a acceder a los servicios consulares como ciudadano canadiense, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que ese país no reconoce la doble ciudadanía.
Por lo tanto, Xiao no tenía derecho a la asistencia del gobierno de Canadá.
La prensa internacional ha señalado que Xiao tenía conexiones cercanas con los niveles superiores del Partido Comunista, incluida la familia del presidente Xi Jinping.
Para 2016, su patrimonio neto había aumentado a un estimado de 6 mil millones de dólares, según Hurun Report, una clasificación de las personas más ricas de China.
En 2017, Xiao fue sacado del Hotel Four Seasons en Hong Kong, donde se suponía que vivía en ese momento.
Su familia denunció su desaparición ante las autoridades de Hong Kong, pero se retractó un día después al señalar que "había recuperado el contacto" con Xiao.
Por su parte, la policía de Hong Kong informó que las imágenes de vigilancia indicaban que Xiao no había abandonado el hotel bajo coacción, aunque se negaron a publicarlas.
Posteriormente, el empresario emitió una declaración que apareció en la portada de un periódico diciendo que estaba recibiendo tratamiento médico en el extranjero. Elogió el "estado de derecho" en China y dijo que no había sido secuestrado ni llevado a China continental.
Tomorrow Holdings también emitió declaraciones en su nombre diciendo que estaba bien, aunque luego fueron eliminadas.
Xiao, quien tiene más de 40 años, era un líder estudiantil de la prestigiosa Universidad de Pekín.
Sus empresas operan mayoritariamente en el sector de servicios financieros.
En 2014, el magnate negó haberse mudado a Hong Kong para evadir una investigación del gobierno de Pekín sobre corrupción.
Tres años después, cuando fue arrestado, estaba en pleno apogeo la campaña anticorrupción que emprendió el gobierno de Xi Jinping contra funcionarios que malversaran fondos públicos.
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