Moscú.— El Kremlin defendió ayer su “firme” respuesta policial a las protestas que exigen la liberación del opositor Alexéi Navalni, cuyo movimiento quiere seguir luchando a pesar de la represión y el encarcelamiento de su líder, mientras los activistas reportaban más de mil 400 nuevos arrestos en la represión a las protestas.
Un gran movimiento de protesta que no se veía desde hacía años se extendió por toda Rusia tras el encarcelamiento a mediados de enero de Navalni.
El opositor regresaba a Rusia luego de cinco meses de convalecencia en Alemania, donde se recuperaba de un envenenamiento del que acusa a Vladimir Putin.
Procesado por violar su control judicial en un caso que se remonta a 2014, el martes le impusieron dos años y ocho meses de prisión efectiva. Su encarcelamiento provocó un gran revuelo en Europa y en Estados Unidos, y desató críticas contra Rusia.
El juicio provocó manifestaciones en el centro de Moscú y San Petersburgo, que se saldaron con mil 400 nuevas detenciones e imágenes de violencia policial. En total, desde el 23 de enero, 10 mil personas fueron arrestadas, según la ONG OVD-Info.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a que la policía había respondido de forma “justificada”. Antes de las protestas del martes por la noche hubo dos fines de semana consecutivos de movilizaciones con decenas de miles de rusos en las calles de todo el país.
“Las autoridades han dado un paso adelante al encarcelar a Navalni. La etapa en la que lo contenían, lo controlaban, ha terminado. Ahora podrían tener como objetivo la destrucción de su organización”, dijo Alexander Baunov, del Centro Carnegie de Moscú.
Los allegados del opositor han prometido continuar con el movimiento. “Esto es sólo el principio”, dijo en Telegram uno de los cercanos de Navalni, Leonid Vólkov, quien vive en Lituania.
Según él, los partidarios de la oposición “aumentarán la presión sobre Putin” y organizarán “nuevas concentraciones pacíficas”. Vólkov pidió a los líderes europeos que investiguen “el dinero” de Putin. OVD-Info se alarmó por el trato degradante infligido a los manifestantes, mientras se multiplican en las redes sociales testimonios de personas encerradas durante horas en furgones o las imágenes de la durísima respuesta policial, sobre todo en la noche del martes.