El independentista Carles Puigdemont anunció este jueves que será candidato en las elecciones regionales catalanas del 12 de mayo, cercanas a la previsible fecha de aprobación de la ley de amnistía que permitiría su regreso a España.
"He decidido presentarme a las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña", dijo en un discurso en Elna, en el sur de Francia, el que fue presidente regional catalán cuando la fallida tentativa secesionista de 2017, tras la que se exilió a Bélgica.
"Estoy aquí para acabar el trabajo" de la independencia de Cataluña, añadió, antes de sentenciar: "no nos han derrotado".
Será la tercera vez que Puigdemont, del partido Juntos por Cataluña, es candidato a unas elecciones catalanas desde que se refugió en Bélgica, pero en las dos anteriores no llegó a ocupar su escaño por que hubiera sido detenido.
El actual presidente catalán, Pere Aragonès, convocó la semana pasada elecciones anticipadas en esta región del noreste español para el 12 de mayo.
La convocatoria de elecciones se produjo en la víspera de que los diputados españoles aprobaran un proyecto de ley de amnistía para los separatistas, que ahora se encuentra en un complejo trámite en el Senado, pero que debería obtener la luz verde definitiva en unos dos meses.
Al poco de conocer el adelanto de los comicios, Puigdemont dijo sonriente a la prensa que, con el calendario previsto, "podría estar presente" en el debate de investidura del próximo presidente regional catalán, que podría ser en la segunda mitad de junio.
Nombrado presidente catalán en 2016, Puigdemont estuvo al frente de la tentativa de secesión del año siguiente, una de las peores crisis políticas de la España contemporánea.
Tras la fallida declaración unilateral de independencia, huyó a Bélgica y fue elegido eurodiputado en las últimas elecciones europeas.
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Con el separatismo en horas bajas, los resultados de las legislativas de julio en España devolvieron a Puigdemont, de 61 años, un inesperado protagonismo, ya que los siete diputados obtenidos por Junts se convirtieron en claves para formar una mayoría de gobierno.
Las dos partidos independentistas catalanes, Juntos e Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), decidieron apoyar un nuevo mandato del socialista Pedro Sánchez, a cambio de la promesa de una ley de amnistía para los separatistas encausados o condenados por su implicación en el intento de secesión.
El texto, que debe beneficiar a unas 400 personas, conoció varias versiones ante el temor de Puigdemont de que no lograra protegerle contra causas por traición o presunto "terrorismo", especialmente después de que el Tribunal Supremo le abriera una investigación a finales de febrero.
Con varios frentes abiertos, la nueva norma podría no despejar completamente el horizonte jurídico de Puigdemont.
"Va a asumir las consecuencias de sus decisiones", indicó su abogado, Gonzalo Boye, en la radio Rac 1, admitiendo que, aun con la ley de amnistía en vigor, no podría excluirse que fuera detenido al cruzar la frontera.
Los comicios en esta región de casi ocho millones de habitantes, uno de los motores económicos de España, se anuncian muy ajustados.
Los últimos sondeos daban al Partido Socialista catalán en cabeza, seguido por Juntos y ERC, convertidos ahora en enemigos íntimos.
Tras gobernar juntos, Junts decidió abandonar abruptamente el gobierno de Aragonès, de ERC, en octubre de 2022, agravando las divisiones en el espacio independentista.
Aragonès, candidato de ERC, reiteró que le gustaría que Puigdemont regresara y pudiera participar en la campaña, aunque considera que su tiempo ya ha pasado: "Catalunya debe mirar hacia adelante", zanjó el domingo en declaraciones al diario La Vanguardia.
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