Al grito de “Independencia” y “Viva la República de Cataluña ”, miles de personas se concentraron en el Parque del Cincuentenario , ubicado en las inmediaciones del barrio comunitario, para pedirle a la Unión Europea ( UE ) “que despierte” ante la crisis catalana.
También exigieron libertad para los presos políticos, al tiempo que reivindicaron a Carles Puigdemont como su presidente.
“Venimos a reivindicar el resultado del referéndum de independencia, a mostrar apoyo a nuestro presidente y a defender el derecho a ser reconocidos por la UE como nación”, dijo a EL UNIVERSAL la bióloga Laura Puyol, quien participó en la concentración en compañía de su familia y sus perros “Brisa” y “Sunna”.
La manifestación fue organizada a través de las redes sociales y de acuerdo con estimaciones extraoficiales reunió a más de 45 mil simpatizantes del divorcio entre Cataluña y España , el doble de la cifra prevista en un principio.
La mayoría de los asistentes recorrió por tierra y aire miles de kilómetros buscando que sus reclamos sean finalmente escuchados por Bruselas.
Tal fue el caso del estudiante de bachillerato Pauraby Paibaro, quien participó a pesar de haberse fracturado la rodilla en un partido de basquetbol.
“Estamos dispuestos a hacer todo tipo de sacrificio pacífico para alcanzar nuestra independencia”, sostuvo el joven de 17 años originario de la pequeña localidad de Begues.
“Les debería de dar vergüenza (a los políticos comunitarios), tuvimos que recorrer mil 500 kilómetros de ida y otro tanto de vuelta para que nos escucharan. Estoy muy decepcionado, debieron haber actuado como medidores y así evitado esta situación”, continuó.
A finales de octubre el expresidente de la Generalitat , en compañía de cuatro exconsellers, abandonó Cataluña para evitar su inminente detención por parte de la justicia española, quien los acusa de rebelión, sedición, malversación de fondos, desobediencia y prevaricación.
Desde entonces Puigdemont se encuentra refugiado en Bruselas , una plaza que ha utilizado para internacionalizar el conflicto con Madrid y desarrollar su campaña electoral rumbo a los comicios del 21 de diciembre.
“Venir a Bruselas fue la decisión más acertada (de Puigdemont) para seguir defendiendo nuestra cultura, nuestros derechos y capacidades democráticas. El exilio era la única alternativa ante un sistema judicial que sirve a intereses políticos”, sostiene el profesor de estrategia empresarial de la Universidad de Barcelona, Jordi Damia.
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