La llegada de más de 500 mil personas en los últimos meses, la mayoría de Centroamérica, desata una inusual ola de rechazo a los migrantes en México.
Fue algo que pocas veces se había visto en México. En varias ciudades cientos de personas protestaron contra lo que llaman "invasión migrante" al país.
Las manifestaciones de este 30 de junio fueron parte de una jornada para criticar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero una de las banderas principales fue rechazar a miles de migrantes, sobre todo de Centroamérica, que han entrado al país en los últimos meses.
La inconformidad en las calles mexicanas es parte de una creciente ola de discriminación a las personas sin documentos migratorios, coinciden especialistas.
Un proceso que empezó con el arribo de caravanas con miles de centroamericanos en octubre pasado.
Pero se agudizó con la reciente estrategia del gobierno mexicano para controlar el ingreso de personas en la frontera sur.
Es un plan que contempla emplear a los migrantes, así como ayuda económica a los países del Triángulo Norte, Guatemala, El Salvador y Honduras.
El programa incomodó a muchos, según encuestas de empresas de opinión pública como Consulta Mitofsky o el diario El Financiero.
Los sondeos dicen que el 70% de los encuestados están en favor de cerrar las fronteras a la migración.
Y otro 53% rechaza emplear a los centroamericanos y por el contrario, quieren que sean devueltos a sus países.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), en lo que va de este año han entrado a México de forma irregular unas 500 mil personas, la mayoría de Centroamérica.
Muchas de las críticas a los migrantes se parecen a la forma como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suele hablar de los mexicanos coinciden especialistas.
En redes sociales de internet, en comentarios de medios tradicionales y en las protestas callejeras algunos acusan a los centroamericanos de ser delincuentes.
Otros reclaman que se les ofrezca empleo en un país donde la mitad de los trabajadores tienen bajos ingresos, y con una tasa de desocupación laboral de 4%.
Y hay quienes aseguran que los migrantes pueden ser un riesgo sanitario para México.
"Ya sólo falta que les digamos 'Bad hombres", dice Roy Campos, director de Consulta Mitofsky.
Trump dijo esta frase cuando era candidato presidencial en un debate realizado en octubre de 2016.
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La mencionó mientras hablaba sobre la migración irregular a su país, y la estrategia que adoptaría si era elegido presidente.
El magnate acusó a los mexicanos de ser "delincuentes y violadores", así como de fomentar el tráfico de drogas.
También decía que los inmigrantes de este país quitaban empleos a los estadounidenses.
Según especialistas, detrás del creciente rechazo a los migrantes existe un histórico cariz de discriminación en México.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (ENADIS), uno de cada cinco mexicanos ha sido discriminada de alguna forma.
Los más afectados son grupos vulnerables como los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, mujeres, jóvenes y trabajadoras domésticas.
También los migrantes forman parte de ese grupo y según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Copred), el problema se agudizó desde octubre pasado.
"La xenofobia y el raciclasismo contra personas de Centroamérica se ha manifestado en la sociedad mexicana durante décadas, pero ahora más abiertamente", señala el Consejo en el informe Mitos y realidades sobre la caravana migrante y las personas refugiadas.
"Es preocupante que en México reproduzcamos un discurso racista y xenofóbico, como el de algunos medios e instituciones de Estados Unidos en contra de mexicanos".
El raciclacismo es una discriminación por la condición económica de las personas, según el Copred.
El informe también destaca que la percepción negativa a los centroamericanos no representa a la mayoría de los mexicanos.
Cuando se elaboró la ENADIS, el 53% de los encuestados estaba de acuerdo en refugiar a los migrantes mientras podían regresar a su país.
Y en ese 2017 sólo 2% de los mexicanos aprobaban un eventual cierre de fronteras a la migración.
Los datos contrastan con las recientes encuestas de consultoras y medios, realizadas en mayo y junio.
¿Por qué cambió la opinión de algunos mexicanos hacia la migración sin documentos?
Una respuesta son las condiciones del país explica Tanius Karam Cárdenas, investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
"Éste es un país muy desigual y entonces es muy fácil que se den este tipo de comentarios" dice a BBC Mundo.
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"México se percibe como un país muy necesitado y en ese sentido se transfieren los miedos, inseguridades al migrante como si fuera causante de algún tipo de problema".
A esto contribuye la forma como en algunos medios y redes de internet se ha informado del fenómeno añade Evelyn Castro, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Desde la llegada de la primera caravana, a finales de octubre pasado, parte de la cobertura se concentró en las imágenes de algunos enfrentamientos entre migrantes y la Policía Federal.
En los siguientes meses el enfoque de los medios fue similar: las operaciones para contener a los grupos de centroamericanos, o las fugas ocurridas en estaciones migratorias, por ejemplo.
"Como se le está dando más relevancia a ese tipo de situaciones coadyuva a generar paranoia", dice Castro a BBC Mundo.
"No se difunde tanta información de por qué huyen de sus países. No se explican las causas que genera el movimiento migratorio".
Otro elemento adicional es que las autoridades no han logrado explicar de manera suficiente el impacto de su estrategia hacia Centroamérica, añade Roy Campos, director de Consulta Mifotsky.
Un ejemplo son los US$30 millones que México entregó a El Salvador para financiar un programa de reforestación en ese país centroamericano.
Es una parte del plan para fomentar empleos en la región para evitar que las personas se vean obligadas a emigrar.
Muchos en México no entienden la razón de entregar ese dinero, y de hecho es uno de los reclamos más frecuentes en internet y las protestas callejeras.
"Falta mucho por explicar, como qué se gana al entregar US$30 millones, cuántos migrantes dejarían de venir y cuánto costaría que vinieran".