OAKS, Pennsylvania.- Un acto de campaña de Donald Trump en los suburbios de Philadelphia se convirtió en un bizarro concierto improvisado el lunes después de que el expresidente fuera interrumpido dos veces por emergencias médicas en la sala. Eso lo llevó a detenerse durante más de 30 minutos, quedándose en silencio y bailando mientras escuchaba música de distintos estilos que sonaba por los altavoces.
El encuentro, moderado por la gobernadora de Dakota del Sur, la republicana Kristi Noem, comenzó con preguntas de asistentes previamente seleccionados para el expresidente. Trump dio respuestas sobre cómo enfrentaría la crisis de vivienda y apoyaría a las pequeñas empresas. Sin embargo, la situación cambió de repente cuando dos personas en el público necesitaron asistencia médica.
Después de que la segunda persona se descompensara, Trump interrumpió las preguntas y, junto a Noem, comentó sobre el calor en el lugar. Trump preguntó por el aire acondicionado, y Noem le respondió en tono de broma: “No creo que se lo puedan permitir en esta economía”. Con sarcasmo, Trump luego preguntó a los presentes si “alguien más quería desmayarse”.
Fue entonces cuando decidió cambiar el enfoque del mitin: “No hagamos más preguntas. Escuchemos música. Hagamos música. ¿Quién demonios quiere oír preguntas, verdad?”, dijo.
“Esas dos personas que se descompensaron son patriotas,” comentó Trump tras la música. “Los queremos. Y gracias a ellos, terminamos con buena música, ¿verdad?”
Trump sugirió que podían cerrar la noche con el público en sus asientos y disfrutando de algunas canciones en vez de seguir escuchando sus respuestas.
Pidió la canción “YMCA” de Village People, que resonó por los parlantes, dando la señal habitual de que había terminado de hablar y estaba listo para irse. Sin embargo, permaneció en el escenario.
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Más música, más baile.
“Nadie se va”, dijo Trump. “¿Qué está pasando?”
La música siguió sonando — y durante 39 minutos, Trump se movió, bailó e incluso hizo algunas pausas para hablar, mientras transformaba el acto en algo parecido a una velada privada, escuchando sus canciones favoritas de la lista que había preparado para el evento.
El expresidente se movió al ritmo de un ecléctico repertorio de canciones que incluía “Nothing Compares 2 U” de Sinead O’Connor, la versión de “Hallelujah” de Rufus Wainwright y “November Rain” de Guns N’ Roses.
Algunos de los asistentes empezaron a irse. Otros miraban a su alrededor, preguntándose si había terminado de hablar por esa noche y cuánto tiempo más duraría la sesión de baile. Muchos se quedaron con sus cámaras en la mano y observaron cómo Trump disfrutaba de la música, a veces mirando a una pantalla a su lado que mostraba videos de James Brown cantando “It’s a Man’s Man’s Man’s World”.
Finalmente, Trump abandonó el escenario mientras sonaba “Memory” del musical “Cats”.
La reacción de Kamala Harris
La candidata demócrata Kamala Harris aprovechó la ocasión para lanzar una chicana a su contrincante republicano: reposteó en X un video donde él parece desorientado -y compartido por su equipo de campaña- y escribió con ironía: “Espero que esté bien”.
Trump, de 78 años, respondió con un mensaje nocturno en su red social, en el que asegura haber obtenido resultados “excepcionales” en dos pruebas cognitivas distintas. “Tengo bastante mejor salud que Clinton, Bush, Obama, Biden y, sobre todo, Kamala”, afirmó el magnate.
Karoline Leavitt, secretaria nacional de prensa de Trump, publicó en la red social X una foto de Trump desde un lateral del escenario. “¡DJ TRUMP!”, escribió.
El vocero de Trump, Steven Cheung, escribió en X que “algo muy especial está ocurriendo en Pensilvania” mientras se desarrollaba la escena, y añadió que Trump “no se parece a ningún político de la historia, y es genial”.
Sin embargo, el incómodo momento se volvió viral en las redes sociales, donde los usuarios no tardaron en comentar y compartir el video.
Pennsylvania es un estado crucial en la contienda presidencial de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre, debido a su historial como “swing state” y a sus 19 votos electorales, que suelen inclinar la balanza en elecciones cerradas. Las encuestas más recientes indican que la competencia entre Kamala Harris y Donald Trump está extremadamente reñida: el promedio de sondeos de RealClearPolitics le da a Trump un respaldo del 48.3%, contra un 47.9% para Harris.
Agencias AP y AFP
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