Independizarse implica asumir una serie de gastos mensuales que quizás antes no se realizaban, como el pago del alquiler de un apartamento y los servicios básicos. La cantidad de dinero que se debe destinar al mes para hacerle frente a esta nueva etapa varía dependiendo de muchos factores, entre ellos la ciudad en la que se instalará y la realidad económica de la misma.
Los medios del Grupo de Diarios América (GDA), al que pertenece EL UNIVERSAL, realizaron una revisión del costo promedio mensual de independizarse en barrios, distritos y cantones seleccionados de las principales ciudades de 11 países: Montevideo, en Uruguay; la Gran Área Metropolitana, en Costa Rica; Ciudad de México, en México; Sao Paulo, en Brasil; Santiago, en Chile; Lima, en Perú; Santo Domingo, en República Dominicana; Caracas, en Venezuela; Buenos Aires, en Argentina; Bogotá, en Colombia, San Salvador y Santa Tecla, en El Salvador.
El promedio mensual para independizarse en el continente va entre 310.45 dólares (en Argentina, con valores calculados al tipo de cambio del 27 de noviembre de 2023) y 804.4 dólares (Uruguay), según la ciudad latinoamericana de su interés.
Los precios de cada país consideran los gastos promedio en servicios (electricidad, agua e internet), alimentación, transporte y alquiler de un apartamento de 40 metros cuadrados que cuente con al menos una habitación. El monto mensual a presupuestar se elevará si se renta un apartamento más amplio o una casa; si se incluyen alimentos adicionales en la canasta básica; si se sale a comer a un restaurante ocasionalmente o se agrega cualquier otra necesidad o gusto.
Estos son algunos de los hallazgos clave de la revisión:
—Uruguay, Costa Rica, México y El Salvador, en ese orden, son los países donde independizarse resulta más costoso en Latinoamérica: entre 735.4 y 804.4 dólares al mes. Aunque en México los servicios son mucho más baratos que en las otras tres naciones, el costo del alquiler en las colonias seleccionadas es lo que dispara los precios en la capital mexicana.
—Los países donde resulta menos costoso independizarse son Venezuela (424.96 dólares) y Argentina (310.45 dólares).
Sin embargo, en Venezuela, más allá de los precios, en el actual entorno económico venezolano el principal problema es que sea el costo que sea, resulta prohibitivo para la mayoría de los trabajadores.
El salario mínimo en el país está establecido en 130 bolívares (unos 3.7 dolares), y el ejercicio realizado con datos suministrados por diario El Nacional, con sede en Caracas, arrojó que el monto para independizarse en esa ciudad con la metodología mencionada es de mínimo 424.96 dólares al mes.
En el caso de Argentina se utilizó el precio de venta del dólar blue para convertir las cifras que estaban en la moneda local. Este dólar es el que compran muchas personas en Argentina para ahorrar y resguardarse contra la elevada inflación que azota al país.
—En Chile, Perú y República Dominicana el costo de independizarse es muy similar, entre 502.34 y 571.82 dólares.
Aunque el costo del alquiler es casi dos veces más barato en Dominicana que en Perú y Chile, lo que sube el costo mensual de vivir solo es la comida: se necesitan al menos 160 dólares mensuales para cubrir este gasto primario (el segundo más elevado de los países revisados).
—Independizarse en Brasil (639.77 dólares) y Colombia (637.6 dólares) resulta casi igual de costoso. En ambos países, la renta y servicios tienen precios similares.
La revisión mostró que México es el país con el costo de arriendo más costoso: 588 dólares; en contraste, en Uruguay es donde los servicios son más caros: 144.4 dólares; el costo más elevado de comida se ubica en El Salvador: 180 dólares; Costa Rica es la nación con el transporte más caro: 190.2 dólares.
“Hay que tener planeación”
Durante un año, Carlos Madrigal, de 25 años, estuvo ahorrando parte de su salario para concretar su meta de independizarse en un lugar céntrico de San José, Costa Rica. Una vez que definió el cantón en el que iba a vivir —Zapote—, comenzó a analizar uno por uno los precios del alquiler de los apartamentos que le interesaban. Revisó cuánta libertad financiera le daba alquilar cada apartamento en moneda nacional, misma que recibe como salario, porque tenía claro que aparte de este rubro debía destinar, mes a mes, dinero para ahorro y gastos.
“Se debe tener muy en cuenta lo que uno necesita y no pretender que cuando uno se va a pasar va a tener todo resuelto”, comentó Madrigal. “Yo intenté hacer eso de tener la mayor cantidad de cosas resueltas, pero en realidad uno va comprando conforme pasan los meses (...) En un Excel yo había hecho como una planeación, por mes, de cosas que podía comprar”.
Para los universitarios de Sao Paulo, Brasil, hacer realidad el sueño de vivir solos y cerca de la casa de enseñanza puede resultar bastante caro, como comprobó el estudiante Leonardo Valois, de 25 años. Él logró su sueño de vivir solo el año pasado, cuando cursaba cuarto año de los seis totales de la carrera de Medicina en la Universidad Federal.
Al terminar con su novia, con quien compartía departamento, se mudó a un pequeño estudio del mismo barrio en Vila Mariana. Ahora paga el equivalente a 246.4 dólares mensuales en una especie de pensión cuyo dueño es un amigo. “Vengo de una familia de bajos recursos. Entré a la universidad en un cupo reservado para egresados de escuelas públicas. Siempre viví cerca de la universidad para ahorrar dinero, pero el barrio en sí es caro”, explicó Leonardo.
Una opción para los universitarios que quieren independizarse en Sao Paulo son las pensiones. José Filipe Cámara, de 23 años y estudiante de Geografía en la Universidad de Sao Paulo (USP), se independizó este año. Vive en la habitación de una pensión con otros 16 cuartos en Butanta, en la Zona Oeste, y paga el equivalente a 246.4 dólares por mes, facturas de servicio incluidas.
“Cuando comencé la universidad quería evitar venir a una pensión y terminé viviendo en dormitorios con amigos. La ubicación aquí, sin embargo, es genial. Si alquilara un departamento aquí en Butanta, cerca de la USP, no podría gastar menos de 616 dólares mensuales, dijo Cámara, habiendo vivido ya en barrios como Saúde, en la zona sur, más alejado del campus.
Lorena Mueses, una joven estudiante de Contabilidad de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), vive en Santo Domingo Oeste, trabaja en el sector público y sus ingresos ascienden a 371.8 dólares. Cuenta que sus gastos mensuales son de 141.6 dólares en vivienda; 83.2 dólares en transporte; 106.2 dólares en alimentación; en agua y energía eléctrica paga 12.4 dólares; en diversiones, 35.4 dólares, y destina a gastos imprevistos 35.4 dólares. En total sus gastos rondan los 414.3 dólares, con un déficit de 42.5 dólares.
Mueses apunta que tuvo que cancelar el servicio de internet por su nivel de gastos y en la actualidad, cuando lo necesita, compra paquetes económicos de datos a la empresa de telecomunicaciones de su línea.