La revelación del contenido de un chat privado puso al gobierno de Puerto Rico en jaque.
La totalidad de las casi 900 páginas del chat fue publicada este sábado, desencadenando una crisis institucional sin precedentes.
En él, miembros del gobierno de Puerto Rico, entre ellas el gobernador, Ricardo Rosselló, critican a otros funcionarios utilizando lenguaje soez.
Rosselló anunció el sábado que prescinde de todos los colaboradores que aparecen en el chat, incluido el secretario de Estado, Luis Rivera, quien presentó su dimisión.
"Quiero anunciar que he tomado la determinación de prescindir de manera inmediata de la colaboración de todos los allegados a mi administración que forman parte del chat que se reveló hoy en su totalidad", dijo Rosselló en un comunicado.
Además de Rivera, Christian Sobrino, representante del Ejecutivo ante la Junta de Supervisión Fiscal, también anunció su renuncia.
Las 889 páginas del controvertido chat en la red de mensajería Telegram fueron reveladas por el Centro de Periodismo Investigativo, que recibió el documento completo por parte de una fuente anónima.
Los mensajes comienzan en diciembre de 2018 y llegan hasta finales de enero de 2019.
Muestran cómo Rosselló y sus asesores más cercanos intercambiaron memes, comentarios despectivos, misóginos y homófobos, así como chistes sobre periodistas, políticos y activistas.
Los mensajes incluyen además discusiones sobre políticas públicas y el intercambio de información confidencial del gobierno.
El jueves, tras la publicación de los primeros mensajes, Rosselló pidió "perdón" por su participación en ese chat, aunque dejó claro que no iba a dimitir.
"Luego de analizar el contenido de las comunicaciones, resulta imposible para mí y para quienes esperan los más altos estándares éticos y de comportamiento continuar con esta controversia que distrae y obstaculiza la gestión pública tan importante que tenemos por delante", agregó el gobernador en el comunicado del sábado.
Tras la publicación de los mensajes, voces críticas pidieron la renuncia de Rosselló. Una de ellas fue Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de San Juan, a quien se refieren de forma despectiva en el chat.
"Ricardo (Rosselló), tú eres un machista, eres un sexista, eres un abusador, eres un cobarde y una persona que no merece ocupar la silla que ocupas", dijo Cruz en una rueda de prensa el viernes.
Sin embargo, el gobernador dijo que no dimitiría, que fue "electo por el pueblo" y continuará la misión que le fue concedida, "ahora más que nunca".
En el grupo también se menciona a la abogada lesbiana Mayra López Mulero y a la expresidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark Viverito, quien mostró su rechazo a la postura del presidente del Partido Demócrata en Estados Unidos, Tom Pérez, de apoyar la anexión de la isla a Estados Unidos.
En el chat, Rosselló se refiere a ella con una expresión vulgar.
"No es un ataque dirigido solo a mí. Demuestra su grado de misoginia, sexismo y desprecio por las mujeres", dijo Mark Viverito tras darse a conocer el contenido del chat.
Grupos activistas y celebridades puertorriqueñas como Ricky Martin y Bad Bunny también pidieron la renuncia inmediata del gobernador.
El escándalo del chat se suma a las detenciones el pasado miércoles de varios exfuncionarios y contratistas del gobierno de Rosselló por un caso de presunta corrupción que incluye contratos por valor de más de US$17 millones.
La operación concluyó con el arresto de la exsecretaria del Departamento de Educación, Julia Keleher; la exdirectora ejecutiva de la Administración de Seguros de Salud, Ángela Ávila, y el presidente de la consultora BDO Puerto Rico, Fernando Scherrer, empresa con múltiples contratos con agencias del gobierno.
Los arrestos también incluyeron a las hermanas Mayra y Glenda Ponce, relacionadas con Keleher en el Departamento de Educación.
La lista la completa Alberto Velázquez, subcontratista del gobierno y de la empresa BDO.
En conjunto, los detenidos están acusados de 32 cargos que incluyen conspiración para cometer fraude, robo y fraude electrónico de lavado de dinero a través de un esquema que, básicamente, tenía como objetivo beneficiarse con contratos gubernamentales.
La convulsión política se produce en un momento crítico en el que los funcionarios puertorriqueños buscan miles de millones de dólares en fondos del gobierno federal para salud y para los esfuerzos de recuperación después de los devastadores huracanes de 2017.
Puerto Rico se declaró en quiebra en 2017 para reestructurar alrededor de US$120.000 millones de deuda y obligaciones de pensiones.
La isla vive una grave crisis económica, con una tasa de pobreza del 45%, un desempleo que dobla la media de Estados Unidos y una población que decrece por la emigración a Estados Unidos continental (los puertorriqueños son ciudadanos de Estados Unidos).
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