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El cambio climático aumentó, en al menos 35 veces, las posibilidades de que se den olas de calor mortales como las que desde el pasado mes de marzo azotan algunas zonas de Centroamérica y del sur de los Estados Unidos, según un estudio.
Así se desprende de la investigación de un equipo de científicos climáticos de la red World Weather Attribution (WWA) y del Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, que han publicado este jueves los datos de un análisis sobre la vinculación del calentamiento global con el calor extremo que desde hace meses afecta a millones de personas en esta región.
En este sentido, el documento detalla que este tipo de canículas de gran intensidad son 35 veces más probables en Centroamérica ahora que antes de la industrialización y cuatro veces más que en el año 2000, cuando habrían ocurrido una vez cada 60 años.
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En la actualidad la frecuencia de estos eventos crece hasta tener uno cada quince años, advierten, en un contexto de aumento de la temperatura mundial de 1.5 grados centígrados en el período de febrero de 2023 a enero de 2024, según el servicio Copernicus de la Unión Europea.
"Sin esta subida de 1.5 grados que ha provocado el calentamiento global hasta la fecha, estos episodios de calor extremo habrían sido muy poco probables", indicaron los responsables del informe tras analizar los cinco días y noches más calurosos de las olas de calor registradas a principios de junio en la región centroamericana.
El análisis también revela que las olas de calor no son sólo más frecuentes, sino también más calurosas, ya que en el periodo analizado las temperaturas diurnas eran 1,4 grados más altas de lo que hubieran sido en tiempos preindustriales, mientras que las nocturnas lo eran 1,6 grados más.
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Por su parte, la Cruz Roja advirtió que este incremento en la frecuencia y magnitud de dichos eventos meteorológicos ha tenido numerosos impactos, el más preocupante en la salud, con al menos 125 personas en México que han muerto a causa de las olas de calor desde marzo.
"El 1,5°C adicional de calor causado por el cambio climático habría sido la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas durante mayo y junio", aseguró tras la publicación del informe la experta para la región de América Latina y el Caribe del Centro Climático de la Cruz Roja, Karina Izquierdo.
El aumento de temperaturas en Centroamérica trae asociados crecimientos paralelos de enfermedades como el dengue (al ampliar las zonas y estaciones en los que puede actuar vivir el mosquito que transmite el virus), destaca el estudio.
En ese sentido, cifras de la Organización Panamericana de la Salud subrayaron que los casos de dengue de enero a mayo aumentaron un 622 % en Guatemala y un 580 % Honduras con respecto al año pasado, hasta totalizar 23.268 y 25.859 respectivamente.
kicp/mcc