Es una medida excepcional que solamente se ha invocado un puñado de veces y que solamente se aplica en situaciones de emergencia.
De hecho, ese puñado de veces ha sido en el presente siglo. Jamás fue invocada en el siglo XX, ni siquiera durante lo más álgido de la Guerra Fría.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, anunció este domingo que está en conversaciones con los gobiernos de Lituania y Letonia sobre la posibilidad de invocar el artículo 4 del Tratado de la OTAN, con miras a hacer frente a la crisis existente en su frontera con Bielorrusia.
Desde agosto pasado, miles de hombres, mujeres y niños se han ido juntando en la frontera occidental de Bielorrusia con Polonia. La mayor parte son migrantes de Irak, Siria y Yemen que viajaron desde sus países por avión hasta Minsk, con la esperanza de luego poder cruzar hacia la frontera para solicitar asilo en la Unión Europea (UE).
Tanto la UE como la OTAN han acusado a Bielorrusia de estar usando a los migrantes como arma política.
"El Consejo del Atlántico Norte condena duramente la continua instrumentalización de la migración irregular creada artificialmente por Bielorrusia como parte de una acción híbrida dirigida en contra de Polonia, Lituania y Letonia con fines políticos", dijo la OTAN en un comunicado el viernes pasado.
La UE también ha acusado al gobierno del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, de organizar una trama para hacer creer a los inmigrantes que podrán entrar fácilmente en el territorio de la UE.
Lukashenko ha negado que su gobierno esté facilitando la llegada de migrantes a la UE, lo que no parece que haya servido para calmar el descontento de sus vecinos polacos, que parece decididos a ir más allá para poner fin a esta crisis.
"No es suficiente con que expresemos públicamente nuestra preocupación. Ahora necesitamos pasos concretos y el compromiso de toda la alianza", dijo el domingo el primer ministro Morawiecki sobre la conveniencia de contar con el apoyo de la OTAN.
Este lunes, los presidentes de Lituania y Letonia anunciaron que respaldarían a Polonia si esta decide solicitar una reunión de emergencia de la OTAN, invocando el artículo 4 del Tratado de esa organización.
Ese artículo establece que los miembros de la OTAN "se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada".
Esa norma nunca fue usada durante el siglo XX y solamente ha sido invocada en seis ocasiones.
Turquía ha sido responsable de hacerlo en cinco oportunidades, la más reciente en febrero de 2020, luego de unos incidentes en Siria en los que perdieron la vida varios soldados turcos.
Ankara invocó el artículo 4 en otras dos ocasiones por sucesos relacionados con la guerra en Siria en 2012.
También acudió a este mecanismo en 2003, con motivo de la guerra en Irak, y en 2015, tras sufrir dos atentados con bomba que dejaron 98 muertos.
El otro país que ha invocado el artículo 4 fue Polonia, que lo hizo en marzo de 2014 ante el aumento de las tensiones entre Rusia y la vecina Ucrania.
Aunque el artículo 4 del Tratado de la OTAN habla sobre "consultas" entre los Estados miembro, cabe destacar que esto no se refiere a los intercambios de opiniones y puntos de vista cotidianos que realizan los gobiernos con miras a coordinar posible acciones, sino a un tipo de diálogo que se establece para responder ante situaciones de emergencia.
Según señala Sherrod Lewis Bumgardner en un artículo publicado por la revista de Derecho Internacional de la Universidad de Emory (EU), ya en 1954 el primer secretario general de la OTAN, Lord Ismay, destacó que las consultas previstas en el artículo 4 eran concebidas como una suerte de medida disuasiva previa a un ataque armado.
Lord Ismay consideraba que este artículo reforzaba las garantías de asistencia mutua ante agresiones armadas previstas en los artículos 3 y 5 del Tratado de la OTAN.
"Este [el artículo 4] se aplica si la seguridad de uno o más países de la OTAN está amenazada", escribió en un libro sobre los primeros cinco años de vida de la alianza.
Aunque la invocación del artículo 4 ha ocurrido pocas veces, sí ha derivado en algunas acciones concretas.
Así, por ejemplo, cuando Turquía recurrió a este mecanismo en 2012 por la situación de la guerra en Siria, logró que la OTAN desplegara en su territorio misiles de defensa Patriot para ayudarle a proteger su territorio.
De igual modo, en 2014, cuando fue invocado por Polonia debido a las tensiones entre Rusia y Ucrania, los países de la OTAN decidieron suspender la cooperación civil y militar con Moscú.
Para poder tomar decisiones sobre la base del artículo 4, sin embargo, se requiere de unanimidad entre los representantes de los 30 países miembros de la OTAN.
Este lunes se dio un paso en esa dirección con el cambio de postura del presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, quien el martes 9 de noviembre había dicho que no había necesidad de invocar el artículo 4, que calificó de "último recurso".
Este lunes, sin embargo, anunció que respaldaría a Polonia si decidía invocarlo.
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