La Paz.— El ejército boliviano decidió realizar operaciones conjuntas con la policía para contener la violencia desatada en varias regiones del país por partidarios de Evo Morales, quien el domingo renunció a la presidencia, dijo el comandante general William Kaliman.
El anuncio ocurrió momentos después de que la policía pidió la intervención en las calles debido a que era imposible contener a los partidarios de Morales que salieron a protestar por el golpe de Estado. La policía calificó de “hordas criminales” a los grupos de manifestantes, que levantaron barricadas y lanzaron objetos contra los efectivos antimotines en La Paz.
Mientras la violencia sacudía a la capital boliviana, la Asamblea Legislativa convocaba a una sesión extraordinaria por orden de la senadora Beni Jeanine Áñez Chávez, vicepresidenta del Senado, para agilizar el relevo de Morales, ya que ayer mismo recibieron la renuncia formal del expresidente y del resto de los titulares de las cámaras del Congreso.
“Voy a asumir el reto para estar [en el cargo el tiempo] necesario para llamar a elecciones transparentes, para que los bolivianos tengan la certidumbre de que su voto va a ser respetado”, dijo Áñez en una entrevista con el canal de televisión Red Uno.
“Tenemos ya un calendario. Creo que la población grita por que el 22 de enero tengamos ya un presidente electo”, añadió la futura mandataria electa, evocando la fecha prevista antes de la crisis, para la toma de funciones del próximo presidente.
Desde Venezuela, el presidente Nicolás Maduro respondió a las declaraciones de su par estadounidense, Donald Trump, sobre que la renuncia de Evo es “una fuerte señal” para los gobiernos ilegítimos venezolano y nicaragüense. “Esta emboscada contra Morales se montó desde el imperialismo (...) Alerta pueblo, vamos al combate, ¿quieren pelea? Vamos a dar la pelea, estamos listos”.