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El ejército de Líbano desplegó soldados y tanques en el sur del país en el segundo día de tregua entre Israel y Hezbolá, aunque sin avanzar a las zonas donde todavía hay presencia israelí.
El alto el fuego detuvo las hostilidades iniciadas un día después del estallido de la guerra en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre de 2023.
Hezbolá abrió entonces un frente en apoyo de su aliado palestino contra Israel, que en septiembre centró sus operaciones en Líbano con una campaña de bombardeos y operaciones terrestres que infligió duros golpes al movimiento islamista.
El alto el fuego que entró en vigor el miércoles estipula que el ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU constituirán la única presencia armada en el sur de Líbano, un bastión histórico de Hezbolá.
Una fuente del ejército libanés dijo que sus fuerzas “estaban llevando a cabo patrullas e instalando controles” al sur del río Litani, pero sin avanzar a las zonas donde todavía hay presencia israelí.
En la aldea fronteriza de Qlaaya, los habitantes lanzaron al aire arroz y flores para celebrar la llegada de los soldados libaneses.
“Solo queremos al ejército libanés”, cantaban los habitantes de este pueblo de mayoría cristiana, que ondeaban la bandera nacional.
Tras la instauración de la tregua, decenas de miles de libaneses emprendieron el camino a los hogares que se habían visto forzados a abandonar por el conflicto.
“A pesar de toda la destrucción y el dolor, estamos contentos de haber vuelto”, dijo Um Mohamed Bzeih, una viuda que huyó hace dos meses con sus cuatro hijos del pueblo sureño de Zibqin.
“Siento como si nuestras almas hubieran regresado”, afirmó mientras barría los trozos de cristal y los escombros que ensuciaban el suelo.
Recuperación de Líbano
El camino a la recuperación será largo para Líbano que, ya antes del conflicto, llevaba años hundido por una grave crisis política y económica.
En un primer paso hacia la normalidad, la agencia oficial de noticias NNA informó que el Parlamento se reunirá el 9 de enero para elegir un nuevo presidente tras dos años de vacío.
Hezbolá, aunque no participó directamente en las negociaciones de la propuesta de tregua presentada por Francia y Estados Unidos, declaró el miércoles que había conseguido la “victoria” en la guerra contra Israel.
La formación político-militar, predominante en la mayoría musulmana chiita del país, es el único grupo que no se desarmó tras la guerra civil de 1975-1990.
Cuenta con un arsenal suministrado por Irán considerado incluso más potente que el del ejército libanés.
Sin embargo, Israel ha diezmado en gran parte sus capacidades y ha desmantelado su cúpula, empezando por el asesinato, en septiembre, de su influyente líder Hasán Nasralá.
El diputado de Hezbolá Hasán Fadlalá indicó a AFP que el grupo coopera “plenamente” con el despliegue del ejército libanés y aseguró que ya no tiene “bases o armas visibles” en el sur.
Escepticismo reina ante la tregua entre Israel y Hezbolá
En el norte de Israel, donde decenas de miles de personas fueron evacuadas a causa de los enfrentamientos, reina el escepticismo ante la tregua.
“Todavía no nos sentimos seguros y no estamos contentos con ello”, dijo Nissim Ravivo, un hombre de 70 años, en la ciudad costera de Nahjariya, a 10 kilómetros de Líbano.
“Es una vergüenza, deberíamos haber continuado por al menos otros dos meses y terminar el trabajo”, protestó.
El acuerdo contempla que las fuerzas israelíes mantengan sus posiciones, pero establece un periodo de 60 días en los que “el ejército y las fuerzas de seguridad de Líbano empezarán su despliegue hacia el sur”, dijo un alto cargo estadounidense.
Israel procederá a una retirada por fases sin dejar un vacío que pueda ser aprovechado por Hezbolá, afirmó.
El conflicto ha causado al menos 3.823 muertos en Líbano desde octubre de 2023, la mayoría en las últimas semanas, según el Ministerio de Salud.
Del lado israelí, las hostilidades con Hezbolá mataron al menos 82 soldados y 47 civiles, afirman las autoridades israelíes.
mcc