Quito.— Alentados por el movimiento indígena, manifestantes ecuatorianos bloquearon ayer al menos una docena de carreteras, entre ellas el acceso norte a Quito, mientras el presidente Guillermo Lasso instaba nuevamente al “diálogo” para solucionar los problemas económicos y sociales y adelantaba que presentará una ley para derribar aeronaves “irregulares”, en un intento por enfrentar la criminalidad ligada al narco.
La ola de protestas de esta segunda jornada de movilización se tradujo sobre todo en el bloqueo de vías principales, con algunos brotes de violencia al acudir las fuerzas del orden a desbloquearlas. Un “protocolo” que se ha repetido en al menos 10 provincias de las 24 del país andino, todas ellas a lo largo de la Sierra andina y la Amazonía, en las que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) tiene mayor predicamento. Aunque por causas accidentales, las protestas causaron la muerte de un periodista de 67 años que cubría una movilización en la provincia de Cotopaxi y cayó de una camioneta, informó la ONG Fundamedios, que denunció también el disparo “a quemarropa” con una bala de caucho a otro profesional de la información por parte de un policía.
Las provincias de Pichincha, Chimborazo, Tungurahua, Imbabura, Bolívar, Cotopaxi, Morona Santiago, Pastaza y Azuay vieron cortadas algunas de sus carreteras en distintos puntos mediante piqueteros de poblados aledaños.
Para Quito ha supuesto el corte de la Panamericana Norte, por la que se accede a la ciudad desde esa dirección, razón por la que fuerzas antidisturbios insistieron en disolver las manifestaciones. Tras retirar la tierra y pedruscos colocados en el asfalto, así como neumáticos ardiendo, los antidisturbios entraron a San Miguel del Común, lo que provocó enfrentamientos con pobladores.
Convocadas por sindicatos y movimientos sociales, las protestas comenzaron el martes con un trasfondo de crisis política y económica casi generalizada, marcado por la aparición del presidente en los Pandora papers, las reformas fiscal y laboral y, más a corto plazo, un severo incremento del precio de los combustibles. Los dirigentes de diferentes sindicatos y movimientos sociales del Ecuador calificaron como un “éxito” la jornada de protestas del martes.
Frente a la ola de disturbios, Lasso ha insistido en que “es el momento de estar unidos” e hizo un nuevo llamamiento “al diálogo, a los consensos y a pensar en el bien del país”.
Expresó durante un acto castrense que “pronto presentaremos en la Asamblea Nacional una ley que autorice el derribo de naves irregulares que no acepten las órdenes de la Fuerza Aérea Ecuatoriana”.
“Con este gobierno se acabó la historia de entregarle a los narcotraficantes el territorio ecuatoriano. Ellos se aprovecharon de la falta de radares”, señaló. Lasso precisó que empezó a funcionar un nuevo radar para la detección de aeronaves en la costera localidad de Montecristi y que en las próximas semanas operará otro en Santa Elena.