La grave crisis que atraviesa el sistema penitenciario en Ecuador provocó importantes cambios en las instituciones responsables de ese país.
El presidente Guillermo Lasso aceptó este lunes la renuncia del director general del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI), Bolívar Garzón, así como del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el vicealmirante Jorge Cabrera.
Garzón tenía menos de 50 días como responsable del sistema de prisiones.
Estas dimisiones ocurren luego de que el fin de semana se produjera un nuevo choque entre bandas rivales en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, que dejó 68 muertos.
En septiembre pasado se produjo un incidente similar en esa misma prisión que se saldó con 119 muertes, convirtiéndose en el motín más letal de la historia de Ecuador.
Lasso nombró al jefe del Centro de Inteligencia Estratégica, Fausto Cobo, como nuevo responsable del SNAI, y designó al general Orlando Fabián Fuel como nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Esta sustitución se produjo después de un encuentro entre el mandatario ecuatoriano y los jefes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
Según informó la Secretaría de Comunicación -citada por el diario El Comercio- esa reunión tenía por fin definir "acciones a continuar ejecutando ante la situación carcelaria".
Las fuerzas militares no están autorizadas para actuar dentro de los penales en Ecuador, por lo que su responsabilidad usualmente está limitada a la vigilancia del perímetro externo de estos recintos.
Este martes, Lasso se reunió con representantes de los demás poderes del Estado con motivo de la crisis carcelaria.
Al concluir el encuentro, el mandatario dijo que se encontraban frente a una de las mayores crisis que ha enfrentado Ecuador en las últimas décadas y que habían acordado "acciones conjuntas para dar una respuesta integral a la seguridad ciudadana".
Anunció así la adopción de un "Acuerdo Nacional por la Crisis Penitenciaria", de aplicación inmediata, que incluye varias medidas, entre las que destaca la coordinación de forma indefinida entre la Fuerza Armada y la Policía Nacional para mantener el orden y la seguridad dentro y fuera de los recintos carcelarios.
El plan de siete puntos también prevé un proceso de diálogo y pacificación, reformas legales y la concesión de indultos humanitarios y beneficios procesales, entre otras medidas.
También se contempla el establecimiento de mesas de diálogo entre el Estado y los ciudadanos que, entre otros propósitos buscarán acompañar un "proceso integral" a las familias afectadas.
Por otra parte, la secretaría de Comunicación de la Presidencia anunció que un operativo conjunto entre las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional había logrado recuperar el control "total y absoluto" del Centro de Privación de Libertad Guayas N.1, también conocido como la Penitenciaría del Litoral.
El lunes por la tarde, en cadena nacional Guillermo Lasso, anunció la creación de un nuevo delito penal contra los líderes de las mafias.
"Ellos no podrán seguir eludiendo sus responsabilidades penales escondiéndose detrás de sus secuaces. Por ello tipificaremos el nuevo delito de autoría por dominio de organización. Es decir: los jefes de las bandas pagarán también por los delitos que ordenen cometer a sus cómplices", explicó Lasso.
Según informa el diario El Comercio, Lasso también anticipó que volverá a decretar, cuantas veces sea necesario, el Estado de Emergencia en las cárceles del país, "y esperamos contar con el apoyo de todas las instituciones".
Además, anunció que él asumirá la coordinación nacional de las fuerzas del orden.
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