El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó que son 107 los mexicanos detenidos ayer en Misisipi, a consecuencia de distintas redadas que llevó a cabo el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
En mensaje a medios, Ebrad subrayó que personal de protección consular está ya al pendiente de los connacionales para verificar que se les realicen las entrevistas pertinentes y que todo se lleve a cabo con el estricto proceso.
Además, se ha desplegado la red de abogados con que cuenta México en Estados Unidos, para detectar quiénes pudieran ser sujetos de un alivio migratorio.
Dada la magnitud de lo ocurrido ayer en Misisipi en donde 680 personas fueron detenidas por ICE, el gobierno mexicano instruyó a los cónsules en Nueva Orleans, Houston y Little Rock, a estar pendientes de los asuntos, lo mismo que al personal de protección consular.
Ebrard Casaubón dio a conocer también que el 13 de agosto próximo se llevará a cabo una reunión en la Fiscalía General de la República (FGR) con autoridades del FBI y la Procuraduría General de Estados Unidos, entre otros, para dar seguimiento lo ocurrido el fin de semana pasado en El Paso, Texas.
También informó que se pedirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que realice un recorrido por centros de detención en Estados Unidos, para verificar las condiciones en que los migrantes se encuentran en esos lugares.
Agentes federales de inmigración allanaron el miércoles siete plantas procesadoras de pollo en Mississippi y arrestaron a 680 empleados, en su mayoría latinos, en la operación más grande de su tipo en al menos una década.
Las redadas, planeadas hace meses, se llevaron a cabo apenas horas antes de la visita del presidente Donald Trump a El Paso, Texas, la ciudad fronteriza de mayoría latina en donde un hombre relacionado con un manifiesto publicado en internet sobre una “invasión hispana” está acusado de matar a 22 personas.
Alrededor de 600 agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) ingresaron a las plantas operadas por cinco compañías y establecieron un perímetro para evitar que los empleados huyeran del lugar.
En Morton, ubicada unos 65 kilómetros (40 millas) al este de la capital Jackson, los trabajadores arrestados fueron suficientes para llenar tres autobuses — dos de hombres y uno de mujeres — en la planta de Koch Foods Inc.
Las personas arrestadas fueron trasladadas a un hangar militar para ser procesadas por violaciones migratorias. Alrededor de 70 familiares, amigos y residentes los despidieron entre gritos de: “¡Déjenlos ir! ¡Déjenlos ir!”. Poco después llegaron dos autobuses más.
Un niño de 13 años de padres guatemaltecos no pudo contener el llanto mientras se despedía de su madre, empleada en Koch. Algunos de los trabajadores intentaron huir a pie, pero fueron capturados en el estacionamiento.
Domingo Candelaria fue uno de los trabajadores que pudieron demostrar que estaban legalmente en el país, por lo que se les permitió salir de la planta una vez que los agentes inspeccionaron los maleteros de sus vehículos.
“Fue una situación muy triste allá adentro”, dijo Candelaria.