Nairobi.— El brote de ébola en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) cumplió un año desde su declaración, un periodo en el que ha causado mil 813 muertos entre 2 mil 701 pacientes y aún sigue sin estar bajo control, con dos nuevos contagios declarados ayer en la ciudad de Goma.
Tras los nuevos casos, Ruanda cerró su frontera, según Kinshasa. Los enfermos son la esposa y el hijo de un minero que murió por el virus el miércoles, indicaron responsables sanitarios.
El miedo a que la epidemia se propague a los países vecinos fue en aumento desde mediados de julio, cuando se declararon los dos primeros decesos en Goma.
La oficina del presidente congoleño, Félix Tshisekedi, indicó que Ruanda tomó una “decisión unilateral” para cerrar su frontera. Ocho horas después, fue reabierta, según la misma fuente.
El ministro ruandés de Estado para Asuntos Exteriores, Olivier Nduhungirehe, confirmó el cierre de fronteras. Sin embargo, el Ministerio de Salud ruandés afirmó que la frontera nunca fue cerrada. Según la institución, sólo hubo “un descenso del tráfico [...] mientras se ponían en marcha medidas para reforzar los controles y la seguridad pública en los puntos de entrada”.
“Hablé con mi homólogo del Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo y aclaré que la frontera está abierta y que debería permanecer así”, dijo a los periodistas la ministra ruandesa de Salud, Diane Gashumba.
En junio se detectaron dos casos de ébola provenientes de la RDC en territorio ugandés. El equipo de lucha contra el ébola vacunó a la familia de los pacientes y las personas con las que se relacionaban en el empobrecido e insalubre barrio de Kiziba, en el norte de Goma. La zona carece de un sistema moderno de agua potable. A orillas del lago Kivu, camiones cisterna abastecen cada mañana de agua a la población, especialmente a filas de mujeres y niños que llevan bidones en sus cabezas.
La numerosa familia del minero muerto el miércoles (15 personas) fue puesta en cuarentena por estar “en alto riesgo”. El coordinador de ébola en la provincia Kivu Norte, el doctor Aruna Abedi, confirmó el contagio de la esposa a The Associated Press horas después del de la niña. “Presenciamos la primera cadena de transmisión activa en Goma y pronosticamos que habrá más”, advirtió en un comunicado el director de respuesta de ébola del Comité de Rescate Internacional, Andre Heller.
A pesar de estos datos, el gobierno congoleño reafirmó su confianza: “Se han tomado todas las medidas para asegurar a la población. El trabajo que hemos realizado ahora es el monitoreo y control de contactos. Un trabajo tedioso, pero vamos a conseguirlo”, explicó Yves Ahuka, el asistente del nuevo secretario de coordinación de la respuesta, Jean Jacques Muyembe.
Muyembe, uno de los investigadores que descubrió el virus en 1976, ha repetido en numerosas ocasiones en los últimos días que pretende acabar con el brote en “tres o cuatro meses”, pero muchos afirman que no será el único aniversario del virus. “Hay un riesgo altísimo de cronificación. No estamos en la situación de 2014 de expansión desmedida, pero estamos en casos nuevos y tampoco tenemos una imagen real de lo que está sucediendo”, explicó el experto en ébola de Médicos Sin Fronteras (MSF), Luis Encinas.