Algunos inmigrantes quizás tuvieron "mucho miedo" o fueron "muy flojos" como para inscribirse al programa aprobado durante el gobierno del p residente Barack Obama que los protege de la deportación, dijo el martes el jefe del despacho de la Casa Blanca, John Kelly, al defender la propuesta del mandatario Donald Trump para poner fin al punto muerto en inmigración.
En sus declaraciones a la prensa, Kelly describió el plan de Trump, que legalizaría el estatus migratorio de hasta 1.8 millones de inmigrantes y les daría la posibilidad de nacionalizarse eventualmente, muchos más de los que los demócratas pedían .
Kelly resaltó que extender el plan Acción Diferida para los Llegados en la Infancia era "más de lo cualquiera hubiera imaginado".
Este programa es conocido en sus siglas en inglés como DACA.
"Hay 690 mil personas inscritas oficialmente en el DACA y el presidente propuso lo que viene siendo dos veces y media de esa cantidad, para sumar 1.8 millones", dijo.
"La diferencia entre (690 mil) y 1.8 millones es la gente que algunas personas dirían tuvo mucho miedo para inscribirse, otros dirían que fueron muy flojos como para levantarse, pero no ellos no se inscribieron".
Los legisladores están en un punto muerto tras tratar de llegar a un acuerdo bipartidista para proteger de la deportación a los beneficiarios de DACA.
A menos que lleguen a un acuerdo de último momento lo que parece poco probable, el líder de la bancada mayoritaria del Senado, Mitch McConnell, ha dicho que la cámara alta comenzará a considerar el tema, debate que los líderes republicanos esperan comience la próxima semana.
Kelly también desestimó la idea de una corta extensión del programa, que terminará el 5 de marzo. Pero también dijo que esta fecha límite podría no tener un efecto inmediato. Dijo que los beneficiarios de DACA no serán prioridades de deportación siempre y cuando no cometan delitos graves.
A la vez, comentó, los legisladores necesitan una fecha límite que los obligue a tomar decisiones."La presión los hace trabajar", dijo.
A cambio de la posibilidad de naturalización contemplada en su propuesta, Trump pide 25 mil millones de dólares para seguridad fronteriza, incluyendo fondos para construir un muro en la frontera con México.
Este mes, un juez federal bloqueó de manera indefinida al gobierno de Trump para que no pueda terminar las protecciones de DACA para los dreamers , que fueron traídos a Estados Unidos de niños y viven en este país de manera ilegal.
El plan los protege de la deportación y les da permiso de trabajo.
Aun así, muchos legisladores están incómodos sobre lo que pasará con los dreamers después del 5 de marzo, y los demócratas y el mismo Trump están usando esa incertidumbre a su favor para lograr un acuerdo.
Las declaraciones de Kelly parecían tener la intención de aliviar las preocupaciones de personas que creen que podría haber deportaciones de dreamers después de que termine el programa, lo cual podría tener repercusiones negativas tanto para legisladores demócratas como para republicanos.
lsm