La postura política de Donald Trump es conocida por las controversias que propaga, así como por sus decisiones radicales para erradicar lo que él considere innecesario en Estados Unidos.
Durante su campaña electoral, Trump ha revivido algunas de sus propuestas más controversiales del 2016, enfocándose nuevamente en la migración y las relaciones con México.
Y si bien el vínculo del republicano con México hace ocho años podría describirse como tenso por convertir a su vecino del sur en un punto focal de su campaña con su famoso “¡Construye el muro!”, este año, las nuevas propuestas que envuelven al país mexicano, pueden parecer más atemorizantes.
Deportación masiva
En uno de sus discursos, Trump reiteró su promesa de crear lo que calificó como “el programa de deportación masiva más grande de la historia” y de reinstaurar políticas restrictivas contra la inmigración.
Según Inegi, en 2023, Estados Unidos alojaba más 11 millones de personas nacidas en México.
Si bien esta medida ha sido aclamada por algunos sectores conservadores que abogan por una mayor seguridad y control migratorio, opositores han señalado múltiples desafíos tanto económicos como logísticos que harían difícil, si no imposible, llevarla a cabo de manera efectiva.
Además, la violación de los derechos humanos y el impacto social de una medida de esa magnitud sigue siendo una preocupación central, por no mencionar que su relación con ciertos países se vería en la cuerda floja.
Trump ha propuesto, además, cambiar el sistema de ciudadanía por derecho de nacimiento, lo cual podría requerir una enmienda constitucional para modificar uno de los derechos ciudadanos establecidos en la constitución estadounidense que dice: “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos, y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana de los Estados Unidos y del estado en que resida.”
Y si bien el tribunal debe aprobar esta reforma, el hecho de que sea uno de sus lemas de campaña, nos enseña el tipo de medidas que quiere tomar.
Estos cambios apuntan no solo a frenar la migración ilegal, sino también a limitar significativamente la inmigración legal desde ciertos países, incluidos aquellos de mayoría musulmana.
Aranceles de hasta 100%
Los aranceles son impuestos que los gobiernos imponen sobre las mercancías o productos importados o exportados. Se utilizan como una herramienta de política económica y comercial para regular el comercio internacional.
Otra de las propuestas polémicas que el republicano ha hecho contra México, es imponer aranceles de hasta el 100% al país si no se detienen los flujos migratorios, el tráfico de drogas y criminales hacia Estados Unidos.
En un mitin en Carolina del Norte, Trump señaló que, de ganar las elecciones, una de sus primeras acciones sería contactar a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para exigirle que tome medidas inmediatas.
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Según Trump, si México no actúa para detener la “ola” de migrantes y drogas, impondría un arancel del 25% a todos los productos enviados desde México, con aumentos progresivos si la situación no mejora, llegando hasta un 100%.
“Durante mi gobierno, México pagó por los soldados para frenar el flujo de migrantes. Si no detienen esta invasión, les voy a imponer aranceles”, afirmó el exmandatario.
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Con una retórica cada vez más dura en los últimos días de campaña, Trump dejó claro que la lucha contra la migración ilegal será una de sus principales prioridades cuando ponga un pie en la Casa Blanca.
Es cierto que la propuestas de Trump siguen generando controversia, pero su enfoque en la inmigración y la seguridad fronteriza parece ser uno de los temas clave que lo colocó con mucha ventaja frente a su contrincante, Kamala Harris.
Los detalles específicos de sus planes siguen siendo vagos, pero su mensaje de mano dura contra México sigue resonando en su base de apoyo.
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