Miami.— A 72 horas de que una bala le rozara el oído y de salvar la vida por milímetros, el expresidente Donald Trump llega hoy a la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Wisconsin, con el halo de un superhéroe, un animal político al que no derriban ni juicios políticos ni intentos de magnicidio.
El ataque mostró el rostro de un Trump ensangrentado, pero con un carácter excepcional, capaz de reponerse en unos segundos a una agresión, levantar el puño y llamar a todos a “luchar”.
El Trump que será ungido oficialmente en la Convención Nacional como el candidato presidencial de los republicanos, de cara a las elecciones del 5 de noviembre, llega fortalecido además por una Corte Suprema que ya le había otorgado una inmunidad parcial, que lo pone al margen de sus juicios y sentencias hasta después de los comicios.
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“No puedo permitir que un 'tirador' o asesino potencial fuerce un cambio en la programación, o algo más”, aseguró Trump, al rechazar, igual que lo hicieron los republicanos, un retraso a la convención programada del 15 al 18 de julio, o a su viaje a Milwaukee, adonde llegó la pasada noche.
Trump no dejó pasar la oportunidad de mostrarse como el consentido de más arriba. “Sólo Dios impidió que ocurriera lo impensable”, aseguró. Y frente a quienes lo han acusado de desatar la división en el Partido Republicano, y entre los estadounidenses, y de incentivar el odio, utilizó su astucia política para lanzar, desde su posición de víctima de un atentado, un mensaje de unidad frente a la maldad. “En este momento, es más importante que nunca que permanezcamos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, permaneciendo fuertes y determinados e impidiendo que la maldad gane”, escribió Trump en su plataforma Truth Social.
Trump tiene muchas razones para sentirse optimista. El pasado 1 de julio, la Corte Suprema de Estados Unidos le concedió la razón parcialmente acerca de su alegato sobre la inmunidad que presidentes deben gozar sobre decisiones y actos durante su mandato. Los jueces, con una votación de 6 contra 3, donde todos los conservadores cerraron filas a favor de Trump, explicaron que un exmandatario debe gozar de inmunidad parcial en, al menos, sus actuaciones oficiales.
“Es el regalo más valioso que jamás imaginó recibir en este momento presidencial y previo a las elecciones próximas”, dice Pablo Salas, analista y politólogo desde Florida, a EL UNIVERSAL. “Por todo lo visto, Trump no será molestado en su persona para continuar con los juicios pendientes en su contra hasta pasadas las elecciones de noviembre”.
El apoyo de la Corte a Trump vino a sellar el crecimiento popular y mediático de un exmandatario que, una semana antes triunfó sobre su contrincante, el presidente Joe Biden, en el debate presidencial, en Atlanta, a pesar de las estridentes mentiras y medias verdades que dijo el republicano y que terminaron por disolverse en medio del mal desempeño del presidente Joe Biden.
El triunfo de Trump se refleja también en su creciente ventaja frente a Biden en intención de voto. De acuerdo con una encuesta del Wall Street Journal (WSJ) y otra de CNN, publicadas a principios de julio, Trump le lleva ya seis puntos a su rival demócrata.
WSJ le da 48% a Trump frente a 42% de Biden. La misma encuesta señala que 80% de los encuestados consideran a Biden muy viejo para ser presidente otra vez; pero cuando mencionan a ambos candidatos, 47% responde que los sacaría a ambos de la contienda presidencial.
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Aún habrá que esperar para saber el efecto del atentado en la popularidad de Trump. “Hoy debemos esperar. Incluso hacer una encuesta en este momento puede tener un sesgo alto de error dado el calor del momento”, dijo Salas, al señalar: “Considero que las mejores encuestas podremos verlas incluso después de la convención demócrata” que se llevará a cabo del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois.
El Partido Republicano asestó otro golpe mediático al dar a conocer el 8 de julio pasado 20 puntos de la agenda política que Trump estaría siguiendo en el arranque de su presidencia, en caso de ganar las elecciones del 5 de noviembre.
“Detener la invasión de migrantes” y ejecutar “la operación de deportación más grande en la historia” de la Unión Americana, describen en el meollo de las intenciones de Trump en materia de inmigración, el tema estrella del virtual candidato y con el que atrae a la base conservadora.
“Este es el punto que más nos preocupa a los hispanos en este país [Estados Unidos], por lo que tenemos que poner mucha atención sobre lo que diga en la convención [republicana]”, advirtió el politólogo.
Trump ha sabido capitalizar los temas que resuenan con su base, como la economía, inmigración y seguridad nacional. Su promesa de revocar las políticas de Biden y reinstaurar las suyas, como MAGAnomics, ha encontrado eco entre sus seguidores y esa retórica esperan escucharla en la convención.
Una convención “blindada”
El evento más importante de los republicanos estará marcado por el atentado, lo que significa que las medidas de seguridad se elevarán.
“Estamos totalmente preparados y tenemos un plan de seguridad integral en marcha, estamos listos”, dijo a la prensa Audrey Gibson-Cicchino, coordinadora del servicio secreto para la convención, a la que se esperan unas 50 mil personas.
El presidente Joe Biden ordenó al Servicio Secreto revisar todos los protocolos de seguridad de cara a la convención y expresó su disposición a reforzar la seguridad de Trump, para mantenerlo a salvo.
Las calles aledañas han sido rodeadas con altas mallas metálicas y decenas de policías han sido desplegados para restringir el tránsito.
El atentado refuerza el argumento de Trump de que la administración Biden “ha fracasado en mantener segura a nuestra nación y en proteger nuestra economía”, y prometió que en Milwaukee presentará “ un plan claro para revertir estos fracasos y asegurar un futuro brillante para todos los estadounidenses”.
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¿Fin de las divisiones?
Hasta antes del atentado, correligionarios republicanos expresaban sus dudas ante lo que consideran posturas incendiarias y polarizadoras por parte de Trump.
Pero lo ocurrido el sábado en Butler, Pennsylvania, podría derivar en un cierre de filas republicano total. Y en el bando demócrata, habrá muchas más precauciones para evitar que el pueblo estadounidense los acuse de atizar el fuego contra Trump y de ser los causantes indirectos de intentonas magnicidas.
Ahora más que nunca, falta conocer quién será su compañero de fórmula. Entre quienes están sonando con mayor fuerza está el Senador Tim Scott, quien se presenta con un temperamento moderado y una influencia importante, al ser el único senador afroamericano en el Congreso; el senador J.D. Vance, y el senador Marco Rubio, un cubano-estadounidense con gran prestigio conservador y una importante influencia hispana, también se cuenta en esta lista.
Preocupa el tipo de discurso que su compañero de fórmula manejará. Vance, por ejemplo, no dudó en asegurar que la “retórica” de Biden fue lo que condujo “directamente” al ataque contra Trump.
Para Biden, el camino a la reelección es cada vez una cuesta más complicada de subir. Trump se acerca cada vez más a la Oficina Oval.