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El Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, la junta elegida por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para supervisar los parques temáticos de Disney en Orlando en medio de una batalla legal entre el funcionario republicano y el gigante del entretenimiento, indicó esta semana que ha sido invalidada a último minuto por un contrato con una cláusula real.
Disney dirigió el distrito especial de Reedy Creek –donde se encuentran sus parque temáticos– durante más de medio siglo hasta que los legisladores de Florida castigaron al conglomerado en 2022 por criticar las leyes estatales que regulan la educación sexual. Pero la nueva junta apuntada por DeSantis dice que su autoridad ha sido eludida por convenios restrictivos que citan al rey Carlos III.
La junta, alineada con los republicanos, está contratando abogados para resolver el asunto. “Vamos a tener que lidiar con eso y corregirlo”, aseveró el miembro de la junta Brian Aungst el miércoles en una reunión pública y llamó a las acciones de Disney “un intento desnudo de eludir la voluntad de los votantes y la voluntad de la Legislatura de Florida”.
En una breve declaración, Disney respondió que “todos los acuerdos firmados entre Disney y el distrito fueron apropiados y se discutieron y aprobaron en foros públicos abiertos”.
La anterior junta controlada por Disney, Reedy Creek Improvement District, dirigía el complejo de parques temáticos en expansión en el centro de Florida y aprobó el disputado acuerdo el 8 de febrero de 2023, el día antes de que la legislatura estatal liderada por los republicanos votara para autorizar al gobernador a elegir su propia junta para supervisar las casi 11 mil hectáreas.
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La llamada cláusula de vida real
¿Qué tiene que ver el rey Carlos en todo esto? El recién creado Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central dice que el acuerdo vinculante aprobado el mes pasado por la junta anterior otorga a Disney el poder total sobre el desarrollo del área. Según el documento, la declaración es válida hasta “21 años después de la muerte del último sobreviviente de los descendientes del rey Carlos III, rey de Inglaterra”.
Las llamadas cláusulas de vida real se han insertado en la documentación legal desde finales del siglo XVII, y todavía se encuentran en algunos contratos en el Reino Unido, aunque rara vez en Estados Unidos.
El acuerdo de Florida de 151 páginas también establece que la junta no puede utilizar “personajes de fantasía” propiedad de Disney, incluido Mickey Mouse. El uso del nombre Disney también está prohibido.
El presidente de la nueva junta, Martín García, le dijo a un afiliado de NBC que es posible que tengan que impugnar el acuerdo en un “litigio prolongado”.
Disney se convirtió en enemigo político del gobernador después de criticar la ley de derechos de los padres en la educación del estado, firmada por DeSantis en abril pasado. La medida prohíbe la instrucción sobre orientación sexual e identidad de género para alumnos de nueve años o menos. Los partidarios del proyecto de ley dijeron que protege a los niños del contenido inapropiado. Los opositores llaman a la legislación “No digas gay” y dicen que estigmatiza a los jóvenes LGBT+.
La guerra cultural entre DeSantis y Disney ha ayudado a elevar el perfil del gobernador como posible candidato presidencial republicano para 2024.
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