Miami.— Erase una vez un lugar mágico que fue creado para divertir a chicos y grandes, niños y niñas, hombres y mujeres. El lugar está en el país de nunca jamás, Florida, parte de su magia es que se autogobernaba y eso le permitía seguir creciendo poco a poco. Un día se convirtió en una de las áreas más famosas del planeta y sin conocer el futuro, apareció un gobernante de Florida y comenzaron a pelear.

Así podría comenzar el cuento que están escenificando el gobierno de Florida y la empresa . Pero desafortunadamente no es un cuento, es real; ambas partes se están peleando desde febrero de 2022 por una razón que no tiene que ver con política, ni tiene que ver con diversión.

El inicio del pleito

“Todo comenzó cuando a principios de 2022 el gobernador DeSantis impulsó una ley -estatal- para evitar que en las escuelas primarias del sistema escolar de Florida se hablara en clases sobre la orientación sexual y la identidad de género” dice a El Universal Pablo Salas, analista desde Miami, Florida.

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Esta ley se llama ‘Derechos de los Padres en la Educación’ y es conocida como ‘Don’t say Gay’ o ‘No digas Gay’; y para algunos especialistas en leyes y docencia, presenta algunas indefiniciones.

Mientras la legislación del estado dice que “no se puede promover el debate o discusión sobre la orientación sexual o identidad de genero de una forma no apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes de primaria”; los especialistas se preguntan cuál sería la definición de ‘apropiado’ en función de la ‘edad’ y ‘desarrollo’ del estudiante.

En medio de esta laguna de interpretaciones, los directivos de la empresa Disney, presionados por decenas de sus empleados, quienes comenzaron a manifestarse, dieron a conocer públicamente su opinión sobre esa ley. Una opinión que la critica y abiertamente la considera fuera de lugar; “pero también le dieron un mensaje contundente al gobernador DeSantis, que no volverían a hacer ninguna aportación política, incluido su partido. Y ahí es donde más les duele a los políticos” comenta Salas.

Disolución de Reedy Creek, que fue aprobado en 1967 para facilitar la construcción de Walt Disney World, Foto: Especial
Disolución de Reedy Creek, que fue aprobado en 1967 para facilitar la construcción de Walt Disney World, Foto: Especial

Antecedente Disney

Hasta antes de este pleito, el lugar donde opera Disney se llamaba oficialmente Reedy Creek. Era un distrito especial y autónomo que desde sus inicios en Orlando, Florida, en 1967 se autogobernaba. Esta situación especial le permitió a Walt Disney Company desde entonces crecer a su discreción en los 100 kilómetros cuadrados que conforman su territorio.

Reedy Creek, como una especie de ciudad independiente, aplicaba sus propios impuestos que recaudaba para pagar los servicios de su policía, clínicas médicas, estación de bomberos; sigue produciendo su propia electricidad, pero ya en otras condiciones de consumo y gozaba de beneficios fiscales. Además, tenía privilegios de construcción.

En medio de esta pelea entre DeSantis y Disney, el gobernador floridano, sintiéndose el Rey León, logró hacer pasar una ley en marzo de 2022 para quitar estos privilegios a Disney en marzo de 2023. De ahí que ahora el Distrito Especial de Reedy Creek se llame Central Tourism Oversigh District, es decir Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central y está gobernado por una junta designada por DeSantis.

La magia Disney

El Consejero Delegado de Disney que se doblegó a las presiones de sus empleados, Bob Chapek, fue relevado de su cargo por un viejo lobo de mar, con enorme experiencia y que ya había dirigido las riendas de Reedy Creek, Bob Iger; le apodan El General de Hierro de Disney. Una especie de Príncipe valiente.

Con Iger al frente de este encuentro contra DeSantis, Disney movilizó a su ejército de abogados y estrategas legales para conseguir lo que parecía otro cuento: entregar los cargos de Reedy Creek, pero no el control, mientras se da tiempo para seguir peleando por recuperarlo.

La magia sucedió porque Reedy Creek, como gobierno local independiente, antes de que se lo quitaran, tenía a sus propios delegados, quienes, de manera estratégica, crearon una forma legal para entregar a Walt Disney Company sus poderes y dejarlo como gestor único de su propiedad y todo lo que le concierne dentro de ella.

En otras palabras, si no sucede otra cosa, Reedy Creek dejara de existir oficialmente el 1 de julio de 2023 de acuerdo con la ley de DeSantis. La nueva entidad Central Tourism Oversigh District ha tomado las riendas de esa área, pero, en la práctica, Disney sigue gobernándose.

Disney demanda

A pesar de todo, Maléfica aun no acaba con Blancanieves, porque Disney demandó el pasado 29 de abril, ante el Tribunal Federal de Tallahassee al gobernador de Florida, a la junta creada en sustitución de Reedy Creek y a la titular del Departamento de Oportunidades Económicas de Florida.

Parte de la demanda describe que Disney está pasando por esta situación porque simplemente expresó un punto de vista hacia una nueva ley con la que no está de acuerdo y que lo hizo dentro de sus derechos constitucionales de libertad de expresión, previstos en la primera enmienda. En la demanda Disney asegura que “en Estados Unidos ningún gobierno puede castigarte por decir lo que piensas”.

En contraposición, el 1 de mayo la nueva junta del Distrito de Supervisión Turística de Florida Central votaron por demandar a Disney de manera unánime. Esto lo harán ante el Tribunal Estatal de la Zona de Orlando.

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Bandera política

Algunos analistas sugieren que Ron DeSantis pudo simplemente hacer publica su queja contra Disney y criticar su postura o lo que quisiera, “pero eligió irse a la yugular sin medir consecuencias” comenta Salas; “Disney es Disney, con un enorme respaldo y también mucha influencia, esto le puede salir muy caro al gobernador”.

Y es que, para varios analistas consultados, Ron DeSantis ha tomado este asunto de Disney como bandera política rumbo a sus aspiraciones a la Casa Blanca para el 2024. “Quiere proyectar su imagen de hombre duro, fuerte; pero no creo que ese frente de batalla le vaya a dar lo que busca” comenta concluye el analista.

Presiones para DeSantis

Walt Disney Company es el empleador numero 1 de Florida, con 80 mil trabajadores más 13 mil en ciernes para la siguiente década. Esto podría cambiar y en lugar de aumentar, disminuir.

En el momento que Reedy Creek deja de existir como entidad autónoma y en su lugar entra el Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, este asume mil millones de dólares en deuda interna, que le pasará los costos a los contribuyentes de los condados de Orange y Osceola.

Los contrincantes políticos republicanos para el 2024 de Ron DeSantis, como Donald Trump, Chris Christie y varios más, no se cansan de criticar al gobernador floridano por este escandalo con Disney, considerado como una práctica anti empresarial.

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