Amberes.— La Corte de Amberes sentenció este jueves a cuatro años de cárcel a los tres mexicanos cómplices del primer laboratorio especializado en la producción de metanfetamina de cristal descubierto en Bélgica.

El resto de los miembros de la agrupación criminal, dos holandeses, un belga y un argentino, recibieron sentencias de entre siete y cuatro años de prisión por producción y comercialización ilícita de sustancias ilícitas.

Los individuos fueron detenidos en un operativo realizado el 6 de junio de 2019 en Wuustwezel, una localidad belga ubicada en la frontera con Holanda. Durante la intervención fue desmantelado un laboratorio especializado en la producción de metanfetamina de cristal, el primero de su tipo en territorio belga. De acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Criminología y Criminalística (NICC, por sus siglas en neerlandés), la agrupación habría fabricado 460 kilogramos de esta droga y generado ingresos por 6.7 millones de euros. Durante el operativo se encontraron 4.7 kilogramos en cristales.

La audiencia tuvo lugar en la sala D 1 del moderno recinto judicial de Amberes, un puerto considerado una de las principales puertas de acceso de cocaína a Europa.

La sesión fue breve, no contó con la presencia de los mexicanos Humberto T.M., Edgar L.L. y Darwin E. R., y al finalizar su abogado calificó la sentencia de “sustancial (...) No nos parece que esté al nivel de su participación. Su función [en el laboratorio] no era otra que una de limpieza. Responderemos conforme a lo que ellos consideren”, dijo a este diario el abogado.

Al ser cuestionado si le parecía normal encontrar a tres mexicanos haciendo tareas de limpieza en un laboratorio de drogas sintéticas ubicado en un lugar remoto de Bélgica, el abogado respondió guardando silencio y encogiendo los hombros. Al momento de su detención, la condición migratoria de los mexicanos de 26, 28 y 54 años era de turista.

El juicio de Amberes se suma a la cadena de casos registrados en Holanda y el norte de Bélgica, en los que hay mexicanos y holandeses colaborando en laboratorios clandestinos diseñados para la producción a gran escala de metanfetamina de cristal.

Tan sólo el 26 de mayo, un tribunal de La Haya, Holanda, condenó a tres mexicanos a seis años de prisión por su participación en la producción de drogas a gran escala. José A., de 59 años; Saúl A., de 54 años, y Jesús P., de 40 años, fueron detenidos el 26 febrero del año pasado, junto con dos dominicanos y un holandés, durante el descubrimiento de un laboratorio de producción de metanfetaminas de cristal en la localidad sureña de Wateringen. En la operación fue descubierto un cargamento de 352 kilogramos de droga valuado en 80 millones de euros.

El pasado 19 de marzo, otros tres mexicanos fueron sentenciados por la Corte de Zelanda y Brabante Occidental a cuatro años de cárcel por montar el primer narcolaboratorio acuático identificado en Holanda especializado en la fabricación de metanfetamina de cristal. El holandés C. Bink, propietario del navío descubierto el 10 de mayo de 2019 durante un patrullaje de rutina en el puerto de Moerdijk, recibió 32 meses.

En tanto que el pasado 8 de mayo, la policía naranja detuvo a un mexicano de 29 años, en compañía de un colombiano de 19 años y un estadounidense, de 37 años, al interior de una vieja granja en donde se ocultaba un laboratorio para la producción de cristales de metanfetamina. El complejo localizado en Achter-Drempt, un pequeño poblado al sur del país, funcionaba a toda su capacidad y las drogas y sus derivados confiscados fueron estimados en 10 millones de euros.

“Estamos ante un gran misterio, nadie sabe con certeza qué está ocurriendo”, dice a EL UNIVERSAL Teun Voeten, antropólogo y experto en narcotráfico.

“No sabemos si hay conexión entre los laboratorios, simplemente porque no se está investigando a profundidad. Tampoco los mexicanos cantan como canarios, están guardando silencio, saben que por buen comportamiento sólo pasarán unos cuantos años en las cómodas cárceles europeas y sus familias estarán bien remuneradas por mostrar lealtad”, apuntó.

El autor de Amberes en manos de sindicatos holandeses, señaló que abundan las hipótesis. La más sonada entre las fuerzas policiacas es que los mexicanos están transfiriendo el know-how para la producción de metanfetamina de cristal, a cambio de utilizar las facilidades que ofrece Holanda, como acceso a equipo, precursores y fuentes de lavado de dinero, para abastecer los mercados de Europa del Este, Asia y Australia.

“Aunque hay indicadores de que los locales están tratando de crear un mercado de consumo en Holanda. Me informaron que hay narcomenudistas ofreciendo muestras gratuitas a sus clientes”, indicó.

Debido a su alta adicción y niveles destructivos, hasta ahora el estimulante sólo es consumido en las llamadas “fiestas químicas” celebradas por un reducido grupo del circuito homosexual, unos 300 holandeses y 200 belgas.

“La situación va a empeorar tras la crisis del coronavirus, habrá más drogas disponibles, más gente involucrada en la venta y más violencia”, sostiene el investigador holandés, quien viajó en noviembre pasado a Tijuana para explorar el mercado al menudeo de metanfetamina.

“Seguirán apareciendo los laboratorios de metanfetamina de cristal hasta que la autoridad no tome en serio la problemática y exista cooperación con las autoridades mexicanas. Es muy delicado lo que está ocurriendo”, enfatiza.

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