Bogotá.— La isla caribeña de Providencia, que es parte del archipiélago colombiano de San Andrés, fue arrasada por el paso del huracán Iota, de categoría 5, que hasta el momento ha dejado una persona muerta, mientras las autoridades siguen esperando mejores condiciones climáticas para llegar a ese territorio.

Tras unas 14 horas de zozobra en las que no hubo información sobre lo que ocurrió en Providencia, golpeada de frente por Iota esta madrugada y donde las comunicaciones se cortaron a las tres de la madrugada, el presidente colombiano, Iván Duque, afirmó al atardecer que logró comunicarse con el alcalde Jorge Norberto Gari Hooker.

“Hay una afectación máxima de infraestructura; estamos hablando de un deterioro de cerca de 98% de la infraestructura de la isla de Providencia”, dijo. Según Duque, el parte del alcalde de Providencia señala que “solamente se ha registrado hasta ahora una pérdida de vida humana”, mientras que en San Andrés no hay de momento registro de fallecidos por el huracán.

De las condiciones de los cerca de 5 mil pobladores de Providencia no se sabe mucho e incluso Duque advirtió que los datos que le suministró el alcalde Gari Hooker son preliminares.

Es por ello que las autoridades buscan llegar mañana hasta allí con barcos de la Armada o por vía aérea para atender la emergencia y así tener un panorama más claro de los estragos causados por el primer huracán categoría 5 que azota a Colombia desde que existen registros oficiales.

“Esta es una afectación grande y somos conscientes de que por primera vez en la historia de nuestro país vemos un huracán categoría 5 golpear nuestro territorio”, aseguró Duque.

Durante su avance, Iota también tocó tierra en la costa del Caribe Norte de Nicaragua, acompañado de lluvias torrenciales y marejadas, así como de fuertes vientos.

“Este potente huracán Iota ya está en la parte delantera, ya está en tierra. En este momento el ojo del huracán se encuentra ya tocando el límite de la costa de Haulover”, en el Caribe, dijo en conferencia de prensa Marcio Baca, director de meteorología de Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).

Bilwi, con más de 40 mil habitantes, en su mayoría de origen indígena, recibió la furia del ciclón en medio de la oscuridad por la interrupción del suministro eléctrico, con muchos pobladores resguardados en casas de concreto, mientras otros habitantes quedaron esperando en sus frágiles viviendas de madera.

El 3 de noviembre, el huracán de categoría 4 Eta tocó tierra en la costa noreste de Nicaragua, con vientos máximos sostenidos de hasta 240 kilómetros por hora. El gobierno exige compensación, al denunciar que estos fenómens son consecuencia del cambio climático. “Pedimos justicia climática, compensación para los países que estamos en esta situación”, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo.

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