Managua.— La Diócesis de Siuna, en Nicaragua, denunció la detención de uno de sus sacerdotes, en medio de tensiones entre el gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica.
“La tarde del domingo 14 de agosto fue detenido el presbítero Óscar Benavidez”, a cargo de la parroquía del Espirítu Santo, en el municipio de Mulukuku, en la región autónoma del Caribe Norte, informó en un comunicado la Diócesis de Siuna.
“Desconocemos las causas o motivos de su detención, esperemos que las autoridades nos mantengan informados”, demandó la Iglesia católica.
El independiente Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) indicó en Twitter que conoció, “a través de distintas fuentes”, que el párroco Benavidez “fue sacado de su vehículo y llevado en una patrulla. Demandamos que cese la persecución contra la Iglesia y sus clérigos”, reclamó.
Ni la policía ni el gobierno han confirmado ni desmentido hasta el momento la información. Mulukuku es un municipio rural del norteño departamento de Matagalpa, que en la década de los 80, durante el primer gobierno de Ortega, fue escenario de cruentos combates entre sandinistas y rebeldes apoyados por Estados Unidos en la Guerra de Contras.
La detención del religioso se suma a denuncias de otros dos sacerdotes de la zona rural de Matagalpa a quienes la policía les impidió asistir a procesiones el fin de semana. El párroco del municipio de Terrabona, Aníbal Manzanares, dijo a periodistas que el viernes recibió una prohibición de la policía para realizar “procesiones y actividades fuera de la Iglesia”, mientras al sacerdote Fernando Calero, de Rancho Grande, se le impidió viajar el domingo a la ciudad de Matagalpa para asistir a una misa.
Esto ocurre mientras mientras el obispo de Matagalpa y administrador de la Diócesis de Estelí, monseñor Álvarez, cumple 13 días cautivo y rodeado por la policía en la curia.
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