La actual diputada y exprisionera de guerra ucraniana, Nadiya Savchenko , fue detenida hoy bajo la acusación de planear un ataque terrorista contra miembros del gobierno del presidente de Ucrania , Petro Poroshenko , informaron fuentes judiciales.
Savchenko, una expiloto del Ejército ucraniano que se convirtió en una heroína nacional tras permanecer dos años en una prisión rusa, enfrenta varios cargos penales por un supuesto intento de golpe de Estado, pues planeaba un ataque en el Parlamento en el que se usarían granadas y fusiles automáticos, según la Fiscalía.
Su detención tuvo lugar justo después de que asistió a declarar en una sesión del Comité Reglamentario de la Rada Suprema (Parlamento), que finalizó con la decisión de retirarle la inmunidad de la que gozaba como diputada desde su liberación en 2016.
El fiscal general de Ucrania, Yuri Lutsenko, aseguró tener pruebas de que Savchenko contactó con miembros del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) para convencerles de preparar un ataque contra "altos cargos" del gobierno, en el cual Rusia también estaría involucrada.
“Conocemos hechos que prueban la participación de Rusia, como enemigo del Estado ucraniano, en el suministro de armas a personas que planeaban cometer un acto terrorista contra los principales líderes del Estado y la población de la capital con el objetivo de derrocar el orden constitucional”, dijo Lutsenko.
“El plan era derrocar el sistema constitucional con ataques terroristas en la sede central del Gobierno en Kiev (...) usando fusiles proporcionados por la autodenominada República Popular de Donetsk (DNR)”, señaló.
La Fiscalía ha explicado que Savchenko trabajaba con un negociador de intercambio de prisioneros, Volodimir Ruban, que fue detenido el pasado 9 de marzo en un puesto fronterizo de control con armas, incluyendo ametralladoras y explosivos.
La expiloto, que se había convertido en un símbolo de la resistencia ucraniana contra las milicias prorrusas que ocuparon el este de Ucrania, calificó las acusaciones de “absurdas” y afirmó que la idea de organizar un golpe de Estado no es más que una “provocación política”.