Buenos Aires.— Carlos Saúl Menem, el hombre que más tiempo gobernó Argentina de manera ininterrumpida, murió ayer a los 90 años en el sanatorio Los Arcos, de Palermo.
Activo en política casi hasta el final, el expresidente participó en las primeras reuniones virtuales del Senado a raíz de la pandemia de coronavirus, en su papel de representante de La Rioja, cargo que mantenía desde el 10 de diciembre de 2005, pero una neumonía severa diagnosticada el 13 de junio, que se agravó por sus problemas diabetes, deterioró mucho su salud en las últimas semanas. Estuvo primero en el Instituto Argentino del Diagnóstico (IADT) y luego en el sanatorio Los Arcos, de Palermo.
“Con profundo pesar supe de la muerte de Carlos Saúl Menem. Siempre elegido en democracia, fue gobernador de La Rioja, Presidente de la nación y senador nacional. En dictadura fue perseguido y encarcelado. Vaya todo mi cariño a [su primera esposa] Zulema, a [su hija] Zulemita y a todos los que hoy lo lloran”, escribió en Twitter el presidente Alberto Fernández, de las filas peronistas al igual que el exmandatario.
Por su fallecimiento se decretaron tres días de duelo.
“Estaba acompañado por toda la familia y se fue agarrado de la mano de mamá”, declaró entre sollozos su hija Zulemita, a la salida del hospital.
Los restos fueron velados en la capilla ardiente que se instaló en el Salón Azul del Congreso, en Buenos Aires, y el funeral fue abierto al público por decisión de la familia del fallecido senador.
Pasadas las 20:00 horas, la vicepresidenta Cristina Kirchner acompañó a los familiares del exmandatario para recibir el cortejo fúnebre en el acceso principal del Palacio del Congreso, sobre la avenida Entre Ríos. Allí estaban Zulemita y su mamá.
El presidente Fernández y algunos de los dirigentes más relevantes del Partido Justicialista (PJ, heredero del personismo) despidieron los restos mortales del exmandatario; algunos cientos de ciudadanos de a pie se acercaron al Palacio Legislativo para dar su adiós.
De acuerdo con Luis Daer, abogado de Menem, lo que causó el deceso del exmandatario fue una insuficiencia cardiaca.
Su cuerpo será inhumado en el cementerio islámico de la provincia de Buenos Aires, donde reposan los restos de su hijo mayor, Carlos Menem Jr, a pesar de que Menem era católico.
Mientra algunos funcionarios, como el ministro de Economía de la primera parte de la presidencia de Menem, Domingo Cavallo, calificaron al exmandatario de “ejemplo de liderazgo comprometido con la paz y el progreso”, la municipalidad de Río Tecero, en la provincia de Córdoba, decidió no sumarse a los homenajes a Menem, de quien señaló está “acusado de ser el principal responsable del atentado de las explosiones de la Fábrica Militar de Río Tercero en 1995”.
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), representación de la comunidad judía argentina, denunció que durante la presidencia de Menem “se produjeron los dos atentados terroristas más graves de la historia argentina”, por la embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994, y que “ambas masacres siguen impunes”.
Se quejó de que “Menem falleció amparado hasta el último día por sus fueros de senador que impidieron que estuviera preso”.
Abogado de profesión, Menem, nacido el 2 de julio de 1930, fue presidente en dos mandatos consecutivos, de 1989 a 1999. Su gestión estuvo marcada por la transformación en la economía, con una gran apertura comercial y un intenso proceso de privatizaciones de empresas públicas, pero también por acusaciones de corrupción que debió enfrentar en los tribunales en los últimos años.
En 2001 pasó detenido varios meses por su rol como supuesto líder de una asociación ilícita para la venta ilegal de armas argentinas a Croacia y Ecuador en los años 90, cuando sobre estos países pesaba un embargo. Finalmente, fue liberado. En 2015 fue condenado por peculado y en 2019 por la venta irregular de un predio público a la Sociedad Rural. Ambas sentencias fueron apeladas. Casado dos veces y padre de cuatro hijos, Menem era amante de los lujos.
Líderes de países como Chile, Uruguay y Paraguay expresaron su pesar por la muerte de quien llamaron un “buen amigo”.